«Cada vez vienen más jóvenes para tratamientos con botox o hialurónico»

-Acaban de reconocerlo como uno de los mejores cirujanos maxilofaciales del país. ¿Cómo se siente?

-En primer lugar, sorprendido porque yo tengo en muy buena estima a mis propios compañeros maxilofaciales ya que para serlo hay que pasar muchos filtros. Es una especialidad con muchas restricciones de entrada. Precisamente por la magnitud de la competencia, me sorprendió y me congratuló mucho el premio.

-La profesión le viene de familia.

-De familia me viene el ámbito odontológico. Mi bisabuelo ya era cirujano dentista, mi abuelo era médico estomatólogo, mi padre también. Yo influenciado por ellos sí me decanté por la medicina y, concretamente, por la cirugía maxilofacial.

-¿Cómo ha evolucionado la cirugía plástica y estética con el paso de los años?

-Hay muchas que se mantienen muy parecidas y que no han evolucionado demasiado y hay otras áreas en las que ha habido una verdadera revolución. Concretamente, la mayor revolución, desde mi punto de vista, es en la rinoplastia, con la introducción de la rinoplastia ultrasónica. Desde hace no mucho años, se viene dando una técnica distinta de realizar una rinoplastia en la que en lugar de utilizar los instrumentos clásicos (como el cincel, martillo, escoplo y lima metálica), se utiliza un terminal de ultrasonidos que emite una vibración que se pone en concordancia con el hueso y va progresivamente limando el exceso de hueso en el dorso nasal. Así se consigue una cirugía de mayor precisión y con un proceso de recuperación más rápido. También hay muchos avances en los tratamientos con láser. Cada vez están más preparados para conseguir mejores resultados con menores tiempo de recuperación.

-¿Este tipo de cirugías están en auge? ¿Cómo ha afectado la pandemia?

-Sí. Hay varios motivos por los que, a mi juicio, ha aumentado bastante el volumen asistencial. En primer lugar, porque las restricciones al ocio y la movilidad permiten ahorrar. Lo que antes te gastabas en viajes y ocio, ahora pueden dedicarlo a unos 'retoquillos' y cirugías con finalidad estética. En segundo lugar, las mascarillas y el teletrabajo permiten camuflar el proceso de recuperación, sin tener que estar conviviendo y socializando desde el primer momento. Así, no tienes las secuelas inmediatas de la cirugía a la vista de todo el mundo. Por eso, creo que es un buen momento para aprovechar y hacerse este tipo de cirugías. Sin duda, a nivel global, el sector ha crecido y en mi caso particular, también lo hemos notado.

-¿Cuáles son las intervenciones más demandadas?

-Fundamentalmente hago cirugía, realizando menos tratamientos de medicina estética. Las cirugías más demandadas en mí caso particular, blefaroplastia. También la rinoplastia ultrasónica. Soy uno de los primeros en Asturias en implementar la técnica y creo que haberse subido pronto a ese carro me trajo bastante volumen asistencial. Y a mí me gusta mucho la otoplastia. La cirugía de orejas me parece que obtienes unos resultados buenísimos y solucionas un complejo importante en los pacientes.

-También ayuda a solucionar un problema de autoestima.

-Desde luego. A mí, personalmente, lo que más me gusta es esa solución de problemas psicológicos, de autoestima. Por lo tanto, a mí me gustan los pacientes que verdaderamente tienen un buen margen de mejora. Aquellos que tienen, no me gusta llamarlo así pero es tal y como lo consideran ellos, un 'defecto estético' que les limita su capacidad de relacionarse por tener un estigma, un complejo, una limitación en la manera de verse a sí mismos. Por lo tanto, son los que realmente me gustan porque son esos pacientes con los que verdaderamente piensas que estás haciéndole un favor.

-Se suele asociar este tipo de cirugías a las mujeres, ¿es algo cierto?

-Es mucho más frecuente en mujeres, pero también en los hombres está aumentando. Aunque depende del tipo de cirugía. Hablando de las orejas, justo en este tipo de cirugía están al 50 %. Tantos hombres como mujeres demandan la otoplastia. En otro tipo de cirugías, es mucho más frecuente en mujeres. Sobre todo, es más frecuente en los tratamientos antienvejecimiento, blefaroplastia tanto superior como inferior, en la utilización de láser buscando el rejuvenecimiento cutáneo de la cara o la eliminación de manchas, incluso la rinoplastia. Aunque en esta última, cada vez hay más hombres.

-¿Y por grupos de edad?

-La edad del paciente influye mucho en las cirugías. En cuanto a las otoplastias, es muy frecuente que se hagan en la infancia tardía y adolescencia porque es cuando surgen los complejos y buscan una solución a sus problemas. La rinoplastia también es frecuente en pacientes más jóvenes. Y, en cambio, los tratamientos antienvejecimiento se realizan a partir de los 35 años, aproximadamente. Aunque cada vez vienen pacientes más jóvenes para tratamientos antienvejecimiento o de relleno. El botox y el ácido hialurónico cada vez se empieza a utilizar antes. La realidad es que esta utilización temprana previene del envejecimiento prematuro.

-¿Cómo ven los pacientes estos tratamientos?

-A veces tienen la mentalidad de que la cirugía es magia y todo lo puede. La perfección no existe. Los profesionales tenemos que transmitir expectativas realistas.