Oviedo

Los vendedores de El Fontán irán al parque del Campillín durante las obras de reforma del mercado

Sin embargo, esta idea no acababa de convencer ni a los afectados ni a los vecinos ni al propio Ayuntamiento. «Difícilmente puedes estar trabajando ahí, cenando y al lado una señora cortando carne». Otro de los problemas esgrimidos por la presidente de la asociación vecinal de El Fontán, Ana Isabel Balbín, era que el saneamiento de la zona no tenía capacidad para sumar a los vendedores. Su capacidad es limitada y una vez al mes tiene que acudir una cuba para drenar las aguas fecales porque quedan estancadas en el pozo de la galería y otro problema es que el área liderado por Nacho Cuesta no había permiso a la Consejería de Patrimonio para instalar la carpa en una zona protegida como esta.

Es entonces cuando el Ayuntamiento ha tirado de un plan B. La idea es llevar a todos los comerciantes del mercado a una carpa que se instalará donde se encuentra el parque infantil de El Campillín -lugar también protegido por el Camino de Santiago-, y que se puede ver afectado durante las obras: «Puede que eliminamos la zona de juegos o la traslademos de forma temporal», según remarcó este jueves el alcalde quien a renglón seguido espera que el rastro dominical no se vea afectado.

Ahora, a quienes les toca decidir es a los comerciantes. El 17 de junio tienen una asamblea y en el orden del día aparecen tres puntos siendo el primero la «decisión respecto al proyecto de obra Fontán 4.0» donde votarán si están de acuerdo con irse a El Campillín. También hay que recordar que el tiempo apremia. Las obras tienen un presupuesto de 4,3 millones de euros de los que más de la mitad dependen del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia de la Unión Europea que establece que a finales de este año ya tiene que estar ejecutado más de la mitad de los trabajos.

A este respecto también se pronunció la portavoz de Vox, Sonsoles Peralta, quien acusó de ser «un experto en crear falsas expectativas» porque «serán los propios vendedores, a través de la sociedad mercantil a la que pertenecen, los que decidan si la reforma se efectuará tal y como queda en el proyecto entregado». Por su parte, Balbín mostró su satisfacción con el cambio de planes tras meses de lucha por parte de la asociación vecinal.