Cristina Yebra Iglesias | Alcaldesa de barrio de Guillén Lafuerza y La Monxina

«Los vecinos dicen que debería ser el Arpa de Guillén, no de Santullano»

–Hasta el año pasado fui vicepresidenta de la Asociación de vecinos de aquí, de Lafuerza.

–Pero, ¿es del barrio de siempre?

–No, soy de Galicia. Llevo diez años aquí, pero me metieron en la asociación porque ya venía de asociaciones y una vez que me fueron conociendo los vecinos pensaron que podía ser un buen fichaje. Estuve unos siete años hasta que pensé que era bueno que entrase otra gente.

–¿Qué le parece la figura del alcalde de barrio?

–Me parece bien. Más que nada porque para hacer cualquier solicitud o cualquier papeleo, como estuve en la asociación lo veía, hay mucha burocracia, todo lleva un tiempo. Y los alcaldes de barrio tenemos un acceso directo a los concejales, sin tener que pasar todo ese trámite. Somos un enlace directo con el Ayuntamiento, por lo que supuestamente debería ser todo más rápido.

–¿Y por qué cree que la eligieron?

–Pues porque ya me conocían de venir representado la asociación, yo era la que movía todos los trámites en el Ayuntamiento y veían que pedía cosas para el barrio, que me interesaba para mejorar cosas y me preocupaba por el barrio.

–¿Cómo afronta esta responsabilidad?

–Como cuando estaba en la asociación, con fuerza, con ilusión y para adelante. Todo lo que sea ayudar al barrio y a los vecinos. Hablo de este barrio como si fuera otro, a mí me gustaría que los barrios y Oviedo en sí mejoren, que todo estuviese bien. Sé qué es difícil, pero por lo menos intentar que todo se solucione antes y que esté mejor.

–¿Qué tipo de quejas o sugerencias le llegan de los vecinos?

–La verdad es que pocas, las cosas típicas como que hay un bache. Luego si hay una queja que me hace llegar mucha gente, que están muy enfadados por el tema del Arpa. Se quejan de que la llamen el Arpa de Santullano, porque esto no es Santullano y opinan que tendría que llamarse el Arpa de Guillén. Sale en todo el rato en el periódico y no les gusta.

–¿Cómo se lo hacen llegar?

–Son barrios pequeños, así que directamente me lo dicen o me llaman por teléfono. Nos dieron unas tarjetas en el Ayuntamiento, repartí alguna y tengo que ir por La Monxina para repartir más y para que me conozcan, que allí me conocen menos. Mi idea es mirar por los dos barrios y todo lo que esté en mi mano, animo a los vecinos a que me lo comuniquen para poder hacer algo, lo comunicaré y seré pesada. Pero, claro, luego las decisiones últimas las toma el Ayuntamiento.

–¿Qué tal está siendo su respuesta?

–La verdad es que no tengo queja, por ahora muy bien, todo lo que ha sido razonable, muy bien. También intento valorar lo que es viable y lo que no, pero de momento muy bien. Tenemos pendiente un tema desde hace muchos años que esperamos que nos lo solucionen, pero bien.

–¿A qué se refiere?

–Las inundaciones que sufrimos en la calle de los Rosales, ya son conocedores de ellas y dijeron que iban a mirarlo. El bar, por ejemplo, cada vez que cae un chaparrón se inunda y les llega el agua hasta las rodillas, lo mismo pasa con las casas bajas de la calle. Es un tema que hay que solucionar cuanto antes.

–¿Y alguna necesidad más que deban mejorar?

–Tenemos en la calle Rosales, pero en la parte alta, más o menos a la altura del parque de la Pixarra, un paso de peatones con un desnivel bastante grande que ya me han comentado varios vecinos que hay que solucionar, porque puede tropezar la gente y caer. Y aquí en estos barrios hay mucha gente mayor, pero estamos esperando que acaben las obras del Arpa porque ese trozo igual está afectado por la obra.

–Hablando del Arpa, ¿qué opinión tienen de la obra?

–Hubo algunas casas que se quejaron al principio de que les salían grietas, pero la mayoría de los vecinos están encantados con cómo ha quedado. Al menos es lo que me transmiten.

–¿Está en contacto con las asociaciones de vecinos?

–Con la de aquí sí, con la de arriba todavía no, pero voy a ponerme en contacto con ellos porque conozco al presidente. No están muy de acuerdo con los alcaldes de barrio o así se manifestaron en su página, no sé el motivo. Yo estaba en una asociación y lo que hacía era mirar por el barrio y es lo que quiero seguir haciendo, pero ahora más directo.

–El HUCA tiene una gran repercusión en el barrio.

–Sí, sobre todo nos afecta en el aparcamiento, porque hay mucha gente que al ir al hospital viene a aparcar aquí y dónde ya no tenemos mucho aparcamiento, nos lo quitan. Y luego también ha tenido impacto en la revalorización de la vivienda. Cuando me vine a vivir aquí los pisos eran más baratos que ahora. Además, si le sumas el parque lineal de Santullano, más todavía, porque ha quedado precioso. Ahora estaría de maravilla que hicieran el otro margen.

–¿Les han dicho si se va a hacer?

–Sí, nos dijeron que sí que se haría, pero no cuando, la fecha aún no se sabe.

–¿Algo que quiera destacar como alcaldesa de barrio?

–A raíz de la pandemia hubo mucha gente que no conocía ni el barrio y venían a pasear por aquí y alucinaban, porque es un barrio muy tranquilo, tenemos todos los servicios aquí al lado. Y ahora con el parque lineal estamos en un paseo en el centro de Oviedo, tanto en bicicleta como andando. De hecho, ahora ya no hay vivienda para comprar, es un barrio muy familiar. Y quiero recalcar que aquí estamos para ayudar a todos los vecinos y al barrio; quiero que el barrio mejore y ojalá se solucione todo lo que hay que solucionar lo antes posible.