La Universidad de Oviedo presentará este otoño el estudio técnico para la ampliación del campus de El Cristo

Encargado a la firma alicantina Cor Asoc, ganadora del concurso, «en fechas muy próximas nos va a hacer la presentación del proyecto y, una vez que lo veamos, seguramente haremos un acto público con el Principado –que nos ayuda en la financiación– para presentarlo». De momento, y «salvo que nos indiquen que no es factible por algo, seguimos trabajando en la línea de que cada edificio tenga una funcionalidad distinta, pero perfectamente coordinada y complementaria». A grandes rasgos, incidió, «uno será departamental y de laboratorios y podría ser la antigua Silicosis; un gran aulario en Maternidad; y servicios comunes y administrativos para el conjunto del campus en Consultas Externas». Una ampliación del campus que, reiteró, ve «realista» que pueda inaugurarse «en 2030, 2031». Con todo, subrayó, «tendremos una idea de los plazos» más exacta «cuando la empresa nos presente el proyecto».

Para «avanzar a buen ritmo», la Universidad decidió encargar este estudio técnico –cuya licitación se enquistó y dilató por varios recursos presentados– mientras está a la espera de que el Consejo de Ministros, a modo de decreto, formalice la cesión –ya anunciada oficialmente por la ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz, el pasado septiembre–, de los tres edificios de la Seguridad Social a la institución académica; pero también de los espacios de actuación. Un trámite administrativo que no deja de ser complejo porque ahora «toda la parcela es una, única, y es necesario hacer un expediente de segregación para separar la parte que nos cede a la Universidad»; y eso, agregó, «requerirá tiempo», aseguró Villaverde.

Después de que el Consejo de Ministros regule el traspaso, es necesario proceder a su registro mercantil. El objetivo, claro: convertir estos 50.000 metros cuadrados en las facultades de Formación del Profesorado y Educación y de Ciencias e Ingeniería. Una suerte de puzzle por el que la Universidad, a su vez, liberará espacio en Llamaquique que servirá para concentrar los juzgados –dispersos por la ciudad– en el centro.

Villaverde puso el listón alto. Desde un «edificio singular» como es la Facultad de Medicina, obra de Ignacio Álvarez Castelao, y que seguirá siendo ese «buque insignia» de El Cristo, deseó que «lo que hagamos en los próximos años, dentro de nuestras posibilidades y de las limitaciones que estos grandes proyectos conllevan, sea también una referencia, que no haga de menos a edificios tan señeros como este», apuntó el rector.

El de ayer no fue un día cualquiera, era el Día Mundial de la Arquitectura, un marco perfecto para reconocer el valor arquitectónico de la Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud, obra de Ignacio Álvarez Castelao (Cangas del Narcea, 1910-Oviedo, 1984), uno de los promotores de la arquitectura moderna. Gracias al impulso del Colegio de Arquitectos de Asturias, el edificio universitario luce desde ayer la placa que acredita su integración en los registros de la Fundación Docomomo Ibérico; una fundación que persigue la divulgación y conservación del patrimonio arquitectónico del Movimiento Moderno en España y Portugal.

El acto, presidido por el rector Ignacio Villaverde, contó con la presencia de la vicerrectora de Extensión Universitaria y Proyección Cultural, Pilar García Cuetos; del decano del Colegio de Arquitectos, Miguel Casariego; del vocal de Cultura y Patrimonio de dicho colegio, José Ramón Fernández Vázquez de Prada.

Este último agradeció a la Universidad que hubiera permitido en su momento que se expresase en esta facultad «esa arquitectura vanguardista que no todo cliente admite». Si la Facultad de Geológicas –obra del mismo arquitecto– «es magnífica, esta ya casi es el culmen más refinado de todas sus arquitecturas». Continuó diciendo que «es un edificio con una carga representativa y artística brutal, esperemos que así siga y disfrutémoslo». Dicho esto, alentó a organizar visitas porque «es un elemento patrimonial que debemos pasar a las generaciones futuras y darles información para que lo disfrute».

García Cuetos, en primer lugar, recogió el guante y aseguró que «a través de este vicerrectorado pensaremos en que la sociedad asturiana pueda conocer y disfrutar de estos edificios». El rector también lo hizo: «Uno de nuestros anhelos para el futuro es que en la Universidad se pueda incorporar una especie de circuito museístico, pero también monumental, donde los que vienen a Oviedo sepan las joyas que alberga su universidad» y dirigiéndose a los arquitectos concluyó: «Seguro que nos vais a acompañar en ese viaje y espero y deseo que esta sea la primera etapa, el punto de salida en ese propósito».