El TSJA urge la elaboración de un plan que ponga «fecha y plazo» a la unificación de sedes judiciales

La iniciativa cuenta con el respaldo del TSJA y de la Universidad, pero aún no se ha llegado a un acuerdo firmado con la Tesorería General de la Seguridad Social, dueña del ámbito del antiguo hospital que el Principado desea disponer. Un pacto que «es necesario que se cierre cuanto antes», pero «aún no se han dado pasos firmes», advierte la memoria judicial. Chamorro, pues, reclama al Principado «un plan de infraestructuras que ponga fecha y plazo a las obras a acometer».

En total, la justicia ovetense necesita 5.000 nuevos metros cuadrados para satisfacer sus necesidades y llegar hasta los 20.000. Una cifra puesta sobre la mesa el año pasado por el Colegio de Arquitectos de Asturias en un informe encargado por la Viceconsejería de Justicia. En el mismo también señalaban, según el TSJA, «el gravísimo estado» en el que se encuentran las siete sedes judiciales (ocho para el Colegio de Arquitectos al contar por separado el Palacio de Justicia de los juzgados de Llamaquique), repartidas por las calles Concepción Arenal, Llamaquique, plaza de Porlier, la calle Pedro Masaveu, La Ería y La Corredoria. Suman 36 juzgados.

En una jornada normal, los profesionales de la justicia tienen que recorrer varias sedes para realizar diferentes trámites y la distancia entre las sedes más lejanas -el juzgado de Vigilancia Penitenciaria, ubicado en la calle José Requejo de La Corredoria, y el juzgado de Menores, en la calle Benedicto Santos López en el barrio de La Ería- es de 5, 22 kilómetros.

Arquitectos y miembros de la justicia también coinciden en señalar que a la dispersión judicial se suma las deficiencias de los siete edificios. «Son notorias», recoge la memoria del TSJA, «las limitaciones, disfunciones e inconvenientes» que presenta el Palacio de Justicia: sufre «numerosos defectos que lo convierten en inadecuado para un uso racional y compatible con las normas de seguridad e higiene en el trabajo».

El Colegio de Arquitectos, incluso, llegó a decir que el Palacio de Justicia representa «una trampa mortal». «Tiene muchos pasillos estrechos, no hay una distribución diáfana con oficinas judiciales, en ocasiones pequeñas y con despachos oscuros sin luz natural». A ello se suma que la acumulación de cajas con expedientes que «reduce el espacio» y las humedades son constantes «afectando a las terrazas superiores y a la fachada principal», insiste la memoria. Para que este problema no vaya a más, reconoce el TSJA, «cada cierto tiempo se realizan reparaciones para evitar las filtraciones de agua y sellar y renovar las juntas de vidrios.

También se ha hecho a lo largo del año pasado una redistribución del Juzgado de Guardia pero «continúa estando en un espacio muy reducido, por debajo de la línea de la calle, sin posibilidades reales de ventilación».

El pasillo de espera para entrar en las salas de vistas de los dos edificios del Palacio de Justicia «es amplio, de unos treinta metros de largo y tres o cuatro de ancho, aproximadamente», pero cuando se producen varios señalamientos al mismo tiempo «se produce fácilmente una aglomeración de personas».

Además, la sala del Juzgado de Violencia sobre la Mujer «es pequeña y carece de ventilación adecuada» y las habitaciones para los de los Juzgados 7 y 9 de Familia, situadas en la sexta del edificio de la Audiencia Provincial, «prácticamente no tienen espacio que pueda servir para la espera de las personas asistentes a los juicios o comparecencias». «La gente sale del ascensor y aguarda para entrar en sala en un espacio muy reducido, en donde hay dos sillas para sentarse, o en la misma escalera».

Los habitáculos para la celebración de juicios en Llamaquique están, en general, bien aunque la sala seis «carece de ventilación adecuada» y el Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 6, en la calle Pedro Masaveu, carece de salita de espera debido a que se encuentra «en un piso en el que hay poco más de un par de metros cuadrados antes de entrar en la sala de vistas».

En Rosal, donde se encuentran los Juzgados de Primera Instancia número 10 y 11, existen los mismos problemas y en el Palacio de Valdecarzana «se echa en falta salas multiusos para que puedan deliberar las diferentes secciones». Camposagrado, por último, «no es accesible al existir barreras arquitectónicas en escaleras y ascensor».