Tres de cada diez vecinos de La Florida, Vallobín y Las Campas utilizarán la Ronda Norte cada día

La razón principal la explica el histórico de desplazamientos habituales de los vecinos de esta zona de la ciudad a la que el instituto denomina como distrito 9. En total, los ciudadanos de estos barrios se mueven a 44 destinos diferentes, la mayoría dentro del casco urbano y, de ellos, solo en quince de los casos el trazado de la Ronda Norte propuesto por el Ministerio de Transportes entre San Claudio y La Corredoria estaría en disposición de absorber esos tráficos.

En cifras se entiende mejor. El 19,93% de vecinos que van cada día desde La Florida, Vallobín y Las Campas a la zona de La Ería continuaría utilizando las principales vías urbanas, también el 8,15% que se desplazan al centro de Oviedo o el 4,04% que utilizan su coche para ir a El Antiguo. Sí utilizarían la nueva infraestructura el 2,95% de los que se desplazan a Siero; el 2,13% de los que van a la zona rural oeste del concejo; a Grado y Las Regueras (4,39%); Ciudad Naranco (1,39%); Pumarín y Teatinos (2,51% y 1,85%, respectivamente); Trubia (2,20%); Llanera (2,06%); o a las distintas zonas de Gijón (3,67%), entre otros, según los mismos datos. Eso sí, el 73,61% seguiría realizando sus desplazamientos a través del casco urbano.

En lo que toca a los tiempos de viaje de los conductores, tal y como adelantó EL COMERCIO, la alternativa de trazado preferida para conectar la A-63 con la AS-II prevé una mejora promedio de «un 8%». Es decir, entre menos de dos minutos -96 segundos exactos-, dado que los ciudadanos que opten por utilizarla deberán circular hasta uno de sus cinco enlaces y transitarla, después, a una velocidad de 100 kilómetros por hora -entre 80 y 90 en las secciones de túneles-.

La alternativa defendida por el departamento de la socialista Raquel Sánchez tiene un presupuesto estimado de 226 millones de euros, casi tres veces más de lo planteado en origen por el Gobierno central en su orden de estudio. Aun así, señalan que este nuevo tramo de autovía, de seis carriles y 8,32 kilómetros de longitud, se trata de la opción «más beneficiosa en sentido global» y «la segunda mejor desde el punto de vista ambiental», según explican en el estudio informativo -aún en información pública- redactado por la consultora TRN Taryet.

Esta se inicia en la A-63 mediante un nuevo enlace de trompeta a la altura del punto kilométrico 6, propone un nuevo viaducto de 232 metros de longitud para salvar la vaguada del arroyo de San Claudio y el trazado del ferrocarril que une la ciudad con la villa de Trubia y discurre por la franja de reserva viaria del Plan General de Ordenación Urbana en vigor (2006) en sus primeros 3,3 kilómetros. Ahí, Transportes prevé un enlace con la carretera AS-371 al norte de La Lloral y otro posterior con el viario urbano de la zona de Las Campas-La Florida, a la altura de la calle José Vélez Abascal.

Después, tocaría encarar el primer túnel, en el Naranco, de 1.350 metros de longitud aproximada, bajo la falda del monte, al norte del parque. Pasado este tramo, el trazado discurre en paralelo al Paseo de Valdeflora y vuelve a ser soterrado en un segundo túnel a la altura de Fitoria de aproximadamente un kilómetro. Ya aquí, se incluiría un nuevo enlace para favorecer todos los movimientos hacia la autovía AS-II, salvo Luis Oliver. Las otras tres dibujan lo propio desde Santa Marina de Piedramuelle y San Claudio hasta el entorno de Luis Oliver o La Corredoria. En ese sentido, el alcalde, Alfredo Canteli, ya ha mostrado su predilección por la alternativa propuesta por el ministerio.