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ROSALÍA AGUDÍN
OVIEDO.
Lunes, 8 de marzo 2021, 00:46
«Iba por una curva ciega y a la salida me encontré con un palo atravesado. Intenté esquivarlo, pero choqué contra un árbol. Rompí el meñique de la mano izquierda». Así relata el ciclista Luis M. el accidente que sufrió el jueves por la tarde, cuando circulaba con su vehículo por un sendero del monte Naranco.
Desde hace tiempo sospecha que ponen «trampas». Por eso, ese día avanzaba despacio, aunque esto no impidió la caída: «El palo estaba colocado de forma intencionada». Al levantarse, lo retiró. Luego continuó la marcha y su sorpresa fue que en los doscientos metros siguientes se encontró «tres trampas más». «Piedras en medio del sendero y que fueron sacadas del talud derecho, otro palo atravesado y otra piedra de un gran volumen arrancada de la tierra». En otras ocasiones hay «cristales» tirados en el suelo.
Esta es la razón por la que ha puesto en comunicación de las Fuerzas y Cuerpos del Estado, junto a la Policía Local, esta situación: «Estas trampas pueden matar a alguien: parece que están puestas aposta». Esta situación, denuncia, ya ha ocurrido con anterioridad.
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