Tiempo para que se haga la luz en la Fábrica de Gas

Un conjunto tan singular de patrimonio industrial e histórico que carece de protección por una de esas cosas misteriosas e inexplicables que hace a veces el Principado. Tras décadas de presión, movimientos vecinales lograron que el Principado incoase el expediente para la declaración BIC del conjunto en 2001. Siete años después, la Administración regional reconoció que había dejado caducar el trámite y jamás explicó por qué razón no merecía protección.

Lo de dentro, es cierto, se ve poco. El gasómetro asoma sobre los tejados del casco antiguo si se asciende desde la parte baja de la ciudad. El resto se ha podido visitar en contadas ocasiones, muchas menos, por ejemplo, que la cercana fábrica de armas de La Vega. Desconocida ahora, la factoría y sede de la Sociedad Popular Ovetense está tejida con la historia de la ciudad. Y no solo a caballo entre El Postigo y Paraíso, la sociedad constituida en 1898 por Policarpo Herrero Vázquez, José Tartiere Lenegre y Hermógenes González Olivares otros 751 vecinos de Oviedo, con un capital de cuatro millones de pesetas, dejó huella por todo Oviedo en la primer mitad de siglo. La Gaceta de Madrid del 23 de septiembre de 1923, por ejemplo, recoge que «S. M el Rey (q. D. g.) se ha servido disponer se acceda a lo solicitado por la Cooperativa de Empleados y Obreros de la Sociedad Popular Ovetense» para calificar como «casas baratas de Oviedo», las 24 promovidas por la entidad en la «carretera del Cristo de la Cadena, hoy llamada Colonia de Julio Eguílaz».

Casas para sus trabajadores y agua, gas y electricidad para la ciudad, que con tal objeto social nació la compañía. Cumplió. Bajo la dirección Narciso H. Vaquero (padre de Vaquero Palacios) se ejecutó una traída de agua que costó cerca de tres millones de pesetas con una dotación de 450 litros por habitante y día.

En los años 20, la empresa vendía gas y también cocinas y calefactores a plazos antes de ser absorbida por Hidroeléctrica del Cantábrico en el año 1939. Las instalaciones siguieron en uso hasta 1981. Ahora hay dos caminos que pueden ver la luz, el plan de Portela, que permite levantar cien viviendas y preserva parte del patrimonio o su compra por parte del Ayuntamiento. El equipo de gobierno quiere esperar.