PABLO NOSTI

Tercera generación para guiar cien años

Pasión. Dirige Deportes Cerra, que cumple su centenario, desde hace 23 años; «fue duro porque era muy joven y con una preparación relativa», pero ahora lleva las riendas con soltura. Una soltura ganada a base de trabajar y cuando no trabaja, hace deporte

RAFAEL FRANCÉS

Domingo, 31 de diciembre 2023, 00:22

Es directo, claro y muy conciso. Cuando algo le da vergüenza aparta la mirada y se podría decir que hasta se ruboriza, aunque no se le nota del todo. Apasionado del deporte, la música y la ciencia ficción, tiene una espinita clavada y bastante profunda ... por haber desaprovechado la oportunidad de estudiar una carrera y haberse dejado llevar «por la juerga y la noche».

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De niño, con una guitarra improvisada.

José Cerra Moreno (Oviedo, 1974) es la tercera generación que regenta una tienda de deportes mítica en Oviedo y que este año 2023 ha celebrado su centenario. «La tienda la puso mi abuelo en un taller de bicis en la esquina de Gil de Jaz con Uría y en esta tienda de más arriba estamos desde los años 60 del pasado siglo». Hijo de Tomás (q.e.p.d.) y de Pili, José Cerra es la tercera generación de propietarios y lleva pese a su juventud la friolera de 26 años trabajando en el negocio familiar y 23 años dirigiéndolo.

En la tienda con varios skates.

Nació en Maternidad y vivió sus primeros tres años en Llano Ponte hasta que la familia se trasladó a la calle Asturias. La EGB en el colegio Buenavista, «escuela pública», y el BUP y COU «en los Maristas».

Una cerveza después de practicar snowboard.

Como todo niño que vivía en el centro, la infancia son recuerdos del Campo San Francisco «donde jugábamos al fútbol y al baloncesto. Todavía conservo amigos de aquellos años».

«Éramos la generación del 'Equipo A', 'El gran héroe americano' y de 'Los Goonies', aunque a mí lo que más me marcó fue ir al cine a ver 'Regreso al futuro', quizá la he visto cien veces».

Era muy buen estudiante en BUP y COU, «pero cuando llegó la hora de la carrera descubrí la marcha, que en Oviedo había mucha, y la movida me atrapó. Quería estudiar arquitectura, pero me matriculé en Informática y luego Empresariales. En resumen, fracaso total».

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Así que se metió en el negocio familiar para sentar la cabeza, y la sentó, pues ahí sigue dirigiendo los destinos del centenario de la casa. «Ha sido mucho sacrificio, aunque ya sé que no tengo derecho a quejarme, pero coger la tienda muy joven y con una preparación relativa no fue fácil».

Ahora se pasa el día entre el trabajo, del que sale a las diez de la noche, y el deporte. Soltero y sin pareja, lo mejor para él es hacer deporte y «las cervecitas de después con los amigos». Y del deporte recuerda con orgullo que su padre fue seleccionador nacional de tiro con arco y participó en tres juegos olímpicos (Moscú, Los Ángeles y Seúl).

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Reconoce que la música le ha marcado mucho, pues «la banda sonora de mi vida está entre la ópera y los conciertos de música clásica, influencia de mi madre, y la música disco porque mi hermano era 'disc-jockey'».

Lee poco, pero sí está encantado con el cine, sobre todo el de ciencia ficción -se vislumbra cuando reitera que ha asistido a las peripecias de Marty McFly en un centenar de ocasiones-, «aunque la serie de 'Star Wars' me tiene completamente decpecionado». Cuando no trabaja, hace deporte o hace deporte y viaja muy bien apoyado en su tabla de «snowboard», porque «debo decir que tengo un nivelillo digno».

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