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R. A. / A. A.
OVIEDO.
Domingo, 8 de marzo 2020, 01:49
Los expropietarios del Telepizza del centro comercial Modoo, edificio construido por Santiago Calatrava, siguen luchando en los tribunales contra el cierre forzoso de las instalaciones. El 31 de marzo de 2019 fue el último día de actividad; en la actualidad, solo se mantiene abierto el ... Burger King, por orden judicial, y los dueños del restaurante italiano se opusieron desde el primer momento a la clausura.
Andrés García tenía contrato vigente hasta 2024, pero el fondo extranjero, gestionado a través de la inmobiliaria Estabona Management, le obligó a echar la persiana, a pesar de haber denunciado a la propiedad por coacciones e incumplimiento del contrato.
Después, García interpuso una demanda civil contra el Modoo, reclamando una indemnización por daños y perjuicios, y los juzgados han fechado para abril, mes en el que se celebra el primer aniversario de la clausura, la vista previa. Será un acto de conciliación en el que las partes pueden llegar a un acuerdo. Si no lo logran, se fechará un juicio.
Esto fue lo que ocurrió con los propietarios del Burger King. En septiembre tuvo lugar la vista previa que terminó sin ningún pacto. En marzo se celebrará el juicio después de que los tribunales se posicionasen, en un primer momento, a favor de los propietarios del restaurante.
El pasado mes de junio, en concreto, la Audiencia Provincial desestimó el recurso de apelación interpuesto por la propietaria del centro comercial contra el auto del Juzgado de Primera Instancia que permitió al Burger King permanecer abierto gracias a una medida cautelar.
Estabona tuvo que permitir que la hamburguesería continuara sirviendo a sus clientes y mantener debidamente los accesos al local. Además, el centro comercial tuvo que hacerse cargo de las costas procesales.
De ese modo, lo que ahora está en juego es una cuantiosa indemnización a la franquiciada por el cierre forzoso y unilateral del espacio. Y es que el Burger King tiene un contrato de alquiler vigente hasta 2036.
No obstante, desde el cierre del complejo, la situación ha empeorado notablemente. Desde la gerencia de la franquiciada ya habían advertido que han sufrido pérdidas en las ventas de hasta el 80%, si bien la renta que pagaban los dueños del local ascendía hasta los 14.500 euros.
Poco se sabe del futuro de las instalaciones. El centro comercial lleva un año cerrado, mantienen la actividad la parte de las consejerías, el Palacio de Congresos y el hotel y, en un principio, estas instalaciones se iban a reconvertir en un espacio de ocio para la ciudad. Las últimas noticias que se tienen al respecto es que el alcalde, Alfredo Canteli, se reunió con la propiedad a finales del año pasado en Madrid.
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