PILAR GUTIÉRREZ
Lunes, 22 de enero 2024, 00:16
Fue en un Pleno municipal de mayo de 1966 cuando la conocida como calle de los chalés de Mutualidades Laborales pasó a llamarse oficialmente Álvaro Flórez Estrada; una vía paralela a la importante avenida del Cristo de las Cadenas y que durante años acumuló un trajín de viandantes gracias al funcionamiento de las antiguas instalaciones del HUCA y la extinta galería del Calatrava.
Publicidad
Con el cierre de ambos, la vía pasó por una mala etapa en la que numerosos locales desaparecieron, quedando aquellos que supieron aclimatarse y los que vieron una oportunidad en los nuevos vientos para la calle Álvaro Flórez Estrada.
Trabajo, dedicación y clientela fiel han sido las claves para mantenerse a flote. Los comercios de la zona lo mantienen como una ley.
Apasionada del deporte desde siempre, Carolina Fernández vio la oportunidad de gestionar una tienda con la jubilación de la anterior dueña de Sprint Sport, negocio abierto al público desde hace más de treinta años. «Era una tienda con una trayectoria larga y buena clientela; no era como partir de cero», recuerda.
Así pues, en 2019 cogió oficialmente el negocio, para toparse después con los inesperados cierres de pandemia. Algo que «la pilló por sorpresa» pero se sobrepuso. «Esta tienda sobrevivió al cierre del HUCA -está ahí delante-, a dos cierres de pandemia y ahora a la inflación. Así que voy tirando aunque a los autónomos nos cuesta, por eso han ido cerrando tantos negocios», valora. Las ganas, asegura, las mantiene, y también «el valor de decir 'aquí sigo, a trabajar'».
Los padres de Mónica Suárez abrieron un negocio familiar en 1982 y ella cogió las riendas en 2013. Su marido, Fernando López, se unió en 2014. «La tienda funciona bien y tenemos una clientela más o menos fija, estable; funcionamos mucho por el boca a boca», aseguran. Así es como Odoco, tienda de decoración y descanso por referencia, ya ha atendido a padres e hijos por igual, pendientes de seguir haciéndolo «otros cuarenta años más». Veteranos en la calle Álvarez Flórez Estrada, vivieron de cerca el cierre del HUCA y la caída en desgracia del Calatrava, lo que supuso que «a partir de cierto punto, es una calle muerta, como entrar en un barrio fantasma». Es solo ahora, poco después de la pandemia, cuando «ha empezado a resurgir un poco».
Publicidad
Lo que fue una pesadilla para muchos locales de la calle Álvaro Flórez Estrada tras el bajón del Calatrava y el cierre del HUCA, para Ali Chtoun se convirtió en «una oportunidad única». Natural de Marruecos, acumulaba «muchos años de experiencia trabajando en la industria textil», por lo que la idea de abrir su local le rondaba. En 2015, con el adiós al HUCA, «el alquiler de la zona bajó y yo pude abrir mi tienda». Ahora Piel y Textil, el negocio de arreglos de ropa por excelencia, acumula una buena clientela para felicidad de Chtoun.
Con casi veintinueve años tras el mostrador de la tienda de ropa Anc, Araceli Nebreda ha sido testigo de todos los cambios de la vía. Al contrario que otros negocios más arriba, su problema giró en torno al Modoo. «Que abriera vino bien porque trajo gente, pero luego sus tiendas eran competencia desleal. Cuando cerró, remonté», comenta. Por ello, afirma sin lugar a duda que «somos los supervivientes del Calatrava», aquellos negocios que consiguieron salir gracias a casos como el de ella, que tiene «una clientela buenísima». «¿Moverme? No, aquí me conoce todo el mundo. Así es como hacemos lo que podemos por seguir», concluye.
3 meses por solo 1€/mes
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Te puede interesar
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.