Secciones
Servicios
Destacamos
Indra se ha convertido en el primer fabricante nacional de la industria de defensa –al menos en lo que tiene que ver con la producción de sistemas para el Ejército de Tierra– tras hacerse con el 51,001% de Tess Defence y tomar el mando ... del consorcio que hasta la fecha lideraba Santa Bárbara Sistemas, y del que también forman parte Sapa y Escribano. Con ello, la participada por el Gobierno (en un 28%) también coge el timón de los megaprogramas de blindados que se llevan a cabo en la fábrica de armas de Trubia para el Ministerio de Defensa: el Vehículo de Combate sobre Ruedas (VCR) 8x8 Dragón y el futuro Vehículo de Apoyo a Cadenas (VAC). La marca española de General Dynamics ejercerá como tecnóloga y autoridad de diseño en el campo de las plataformas acorazadas, pero ya no desde una posición dominante. Un cambio profundo que, entre otras cosas, supondrá trasladar de la factoría trubieca al futuro centro industrial y de ingeniería avanzada de Tess en Asturias la fase de integración de blindados, pero sólo tendrá repercusiones en el mercado interior. Santa Bárbara mantendrá íntegra su capacidad de diseño, desarrollo, fabricación y comercialización de vehículos de combate, tal y como viene haciendo con diferentes clientes de países aliados, en programas internacionales.
Así se lo ha garantizado la dirección de la compañía a la plantilla –cuenta con centros de trabajo en Trubia, Sevilla y Madrid– a través de un comunicado. Un documento en el que resuelven posibles intranquilidades que pudieran suscitarse entre el personal y en el que sostienen que los acuerdos alcanzados con Indra «reconocen y refuerzan la posición de GDELS como tecnólogo y autoridad de diseño en el campo de las plataformas terrestres blindadas de cadenas y ruedas». Es más, gracias a ello, manifiestan, se asegurará la participación de la empresa «en todos los programas de sistemas terrestres nacionales».
¿Qué? Santa Bárbara mantendrá su independencia en los programas internacionales a los que aspira.
Mercado interior El liderazgo de los contratos con el Ministerio de Defensa recae ahora sobre Indra.
Centro industrial Se ubicará en Asturias y acogerá el proceso de integración final de vehículos blindados.
Oviedo El PSOE local pide que este nuevo equipamiento esté en la capital por su papel histórico en la industria.
Tampoco puede ser de otra manera. Si el Ministerio de Defensa apuesta por la verdadera reindustrialización española a través del sector de la defensa, debe contar irremediablemente con el que es el mejor –y único– capacitado para el diseño y desarrollo de vehículos blindados para el Ejército de Tierra. Y es que el movimiento de Indra, valorado en casi 107 millones de euros para la compra de un 26,33% de las acciones de Santa Bárbara, Sapa y Escribano, tiene más que ver con la creación de ese gran «campeón nacional de la defensa» que buscaba el ministerio y, en otro orden de cosas, con la optimización y estabilización de un programa manchado por los continuos retrasos como es el del 8x8 mediante el liderazgo de una empresa participada por el Estado.
La dirección de SBS también ha explicado a su plantilla que esta operación accionarial «contribuye a la creación de una empresa estratégica que va a permitir alinear la inversión en defensa en España, creando una nueva Tess Defence» capitaneada por Indra que, además, también tendrá un papel preponderante de cara a los programas europeos como el del nuevo Carro de Combate Europeo (Main Ground Combat System).
Lo que ha hecho la firma con sede en Trubia, continúan, ha sido poner sus conocimientos y medios como tecnólogo de sistemas, tanto en diseño y desarrollo de plataformas completas para vehículos de combate de ruedas y de cadenas como su fabricación y soporte al ciclo de vida, «al servicio del desarrollo de las capacidades industriales estratégicas y de la consecución de la correspondiente soberanía nacional en sistemas de defensa terrestre».
El que todavía no ha pasado de la promesa ha sido el nuevo centro industrial y de ingeniería de diseño que Tess Defence pretende implantar en el Principado, y que anunció ya en junio la secretaria de Estado de Defensa, Amparo Valcarce, durante las jornadas del sector en La Vega. A priori, según explican a este diario las fuentes consultadas, no entra en los planes del ministerio instalar dicho equipamiento en los terrenos de la fábrica de armas ovetense y, en lo que toca a la de Trubia, el espacio libre de actividad es muy limitado. No obstante, la ciudad luchará para acogerlo. De pedirlo para Oviedo y de que ello sirva para crear sinergias con la Universidad se encargó ayer el portavoz del PSOE local, Carlos Fernández Llaneza, dado el papel de la centenaria industria armamentística ovetense.
«Este centro de desarrollo e industrial», aseguró el socialista, «debería reforzar el papel de la fábrica de armas de Trubia como referente en la producción de vehículos para el Ejército de Tierra y con destino a la exportación».
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.