«Es muy emocionante subir a la torre de la Catedral»

Cuarenta minutos es lo que el escalador y miembro de la Federación de Deportes de Montaña, Escalada y Senderismo del Principado de Asturias, Joaquín Álvarez Sánchez, ha tardado esta mañana en subir a la torre y la aguja de la Catedral para colocar las cinco banderas de la Perdonanza. Son de color rojo representando «la sangre de la cruz» y de ellas, cuatro indican los puntos cardinales. La otra está ubicada en lo más alto, según añadió el canónigo José María Hevia que siguió toda la operación desde la plaza de la Catedral.

En total, Álvarez Sánchez hizo un ascenso de 85 metros y vivió esta «emocionante experiencia» por segundo año consecutivo obteniendo así un plus de experiencia en esta subida que tiene diferentes tramos de facilitad. «Primero vas por una escalera que tiene una protección para la espalda, pero cuando más arriba estás la subida es más vertical y hay menos protección».

Momentos importantes y a la vez tensos. «Salir a la aguja, que tienen un perímetro muy pequeño, es bastante alucinante, pero vas confiado porque los anclajes son sólidos y es emocionante ver toda la ciudad» desde lo más alto de la Catedral, según contó ya de vuelta a tierra firme. «Cuando estás arriba hay momentos de vértigo porque estás muy expuesto; soy alpinista, guía y escalador y en una pared o en una montaña no tienes la exposición que tienes en la Catedral».

Es por ello que antes de empezar el ascenso consulta los partes metereológicos. Supervisa que no haya previsiones de tormenta ni rachas fuertes de viento para no sufrir problemas de seguridad. De esta forma, Álvarez Sánchez permitió cumplir con una tradición que se remonta muchos siglos atrás. La fecha exacta del inicio de esta costumbre no hay, pero existe una fotografía de 1800 donde ya se veía la colocación de estas cinco banderas que quedarán expuestas hasta después de San Mateo.

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