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La tradición marca que las fiestas de San Mateo se terminan con la romería del Cristo de las Cadenas y ayer se cumplió la tradición. ... Eran las 12 de la mañana cuando en una iglesia abarrotada de fieles –entre ellos, el alcalde y el equipo de gobierno casi en pleno– se acomodaron en sus asientos para dar comienzo a la tradicional eucaristía. En el exterior, en el parque del Truébano, multitud de niños disfrutaban con los juegos de madera que el Ayuntamiento dispuso a tal efecto, mientras sus padres se tomaban algo en la carpa de la fiesta y un centenar de personas disfrutaban de un espectáculo de magia e ilusionismo, agradeciendo los rayos de sol otoñal que ayer acariciaron a los ovetenses.
Minutos antes del inicio de la misa, el alcalde Alfredo Canteli hizo una valoración final de las fiestas. Calificó San Mateo como «éxitoso» y con «una participación multitudinaria». Respondió así a la oposición que el sábado criticó las fiestas durante la entrega del bollo preñao y la botella de sidra en la plaza de España: «La participación, que me permitan los críticos, fue multitudinaria, en Porlier, en el Bombé, en los conciertos de La Ería, en los de la calle Uría, y luego el buen ambiente que se respiraba. Fue mucha fiesta para los niños, mucha camaradería y ningún incidente que destacar». Y añadió: «Fueron unas fiestas del orden, de la participación y del éxito. Vinimos a las elecciones diciendo que quitaríamos los chiringuitos tradicionales, lo hicimos, ganamos las elecciones y seguiremos haciéndolo así».
Una vez explicado su punto de vista, el regidor entró a la misa oficiada por el párroco de El Cristo de la Cadenas, Julián Herrojo. Entró de lleno en asuntos religiosos y mundanos durante la homilía para defender las ayudas económicas a la enseñanza concertada que, según sus palabras, «algunos políticos quieren quitar». Explicó su punto de vista de forma directa. «Alguna autoridad de Asturias decía hace un tiempo que no era partidario de subvencionar los colegios concertados católicos porque, según él, en esos colegios se enseñan cosas raras».
El párroco aseguró que «al principio me sentí indignado pero acabé dándoles la razón a los que dicen eso porque en los colegios católicos enseñamos cosas como amar al enemigo o perdonar las ofensas y damos culto a un carpintero de Galilea que murió como un delincuente. Sí, enseñamos cosas raras, como la dignidad humana». Y añadió: «Es un mensaje de liberación, amor , alegría y esperanza lo que aporta la Iglesia al mundo».
Tras la misa, el alcalde, los concejales, el presidente de la Sociedad Ovtense de Festejos (SOF), Felipe Díaz-Miranda, y las reinas y damas de las fiestas pasaron a la sacristía para brindar con una copa de Oporto y una chocolatina mientras el párroco proponía el brindis: «Por Oviedo, por sus fiestas, por Asturias y por España».
A la vez, los fieles retiraban los 100 bollos preñaos que la Cofradía del Cristo de las Cadenas ofrecía a sus cofrades para celebrar el día.
Tras los actos, los ediles bajaron hasta el parque del Truébano acompañados por la Banda de Gaitas Ciudad de Oviedo. Allí, una carpa preparada por si llovía y un montón de niños que disfrutaron del espectáculo de magia a cargo del Mago Pelayo. Hasta la fiesta se acercó el portavoz de IU-Convocatoria por Oviedo, Gaspar Llamazares, mientras que el grupo municipal de Vox, encabezado por Sonsoles Peralta, ya había comenzado la jornada en la misa. Los que no fue representación del grupo municipal socialista –algunos de los ediles estaban en Uría, en la Semana Europea del Deporte–.
La jornada de la romería destacó además por la celebración de una comida popular en la que también participaron el alcalde y los concejales. Para preparar la comida estaban el cocinero Martín Sandario y su ayudante Joel Insfrán que ofrecieron 100 raciones de un buen arroz.
Además de los juegos de madera, también hubo 'holi party' a las seis de la tarde en la que se entregó una bolsa con polvos de colores a todos los niños presentes para lanzarlas al aire y convertirse en paletas multicolores. Mientras los niños disfrutaban y lanzaban polvos de colores al aire, trabajadores municipales tranquilizaban a los padres diciendo que todo se quitaba sin problema en la lavadora. Algunos incrédulos y a la vista de como estaban sus hijos de coloreados miraban con cara poco convencida de que la lavadora pudiera con todo.
Los presentes disfrutaron de la actuación de la orquesta Acirema, sobre las siete de la tarde, que puso fin a una jornada en la que la tradición marca como el punto y final de las fiestas de san Mateo.
El final de San Mateo llegó con música aunque todavía quedaba por cerrar las casetas del Bombé y las del Oviedo Antiguo y el muy esperado concierto del grupo Arde Bogotá, en las instalaciones de La Ería.
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