«Intentó sobrepasarse conmigo, le dije que no y me sacó una navaja grande»

Pasadas las once de la mañana, ante la puerta del Juzgado de lo Penal 1 aguardaba un vecino de Llanera, de 51 años, la celebración de un juicio contra un hombre acusado de robarle a punta de navaja, agredirle, cogerle su coche, pese a no tener carné, y emprender la huida hasta Gijón no sin antes chocar contra dos coches. Su espera fue en balde. El investigado, para el que el Ministerio Fiscal solicita la pena total de seis años y nueve meses de prisión, no fue trasladado desde la cárcel de Asturias al juzgado. La vista, por segunda vez, quedó aplazada.

La víctima, aunque hastiada por la espera, no dudó en ofrecer su relato de los hechos que sucedieron el 30 de septiembre de 2021, a pesar de no recordar –«porque han pasado tres años»– ni el físico del acusado ni su edad: «No lo conocía de nada. Yo estaba tomando un café y después se me metió en el coche. Me preguntó si lo podía llevar a Colloto». El vecino de Llanera iba a trabajar en esa dirección y terminó accediendo. Durante el trayecto, «intentó sobrepasarse conmigo, sexualmente, y le dije que no, que por ese camino iba mal y que le dejaba ahí, entonces me sacó una navaja grande», –de diez centímetros de hoja, según recoge el escrito del Ministerio Público–.

A pesar de la gravedad del momento, «no tuve miedo, porque ya me sacaron una navaja otra vez en un comercio y me defendí con un serrucho». Con los nervios templados, y a pesar que como recoge Fiscalía el acusado presuntamente le había amenazado diciéndole «te voy a rajar, te voy a matar», él le advirtió: «Voy conduciendo, suelto el volante; yo moriré, pero tú vas delante».

Unas palabras que, supuestamente, hicieron su efecto porque guardó el arma y la víctima detuvo el vehículo frente al hotel Los Abedules. Al bajarse, siempre según su testimonio, buscó un bastón en la parte trasera, «porque camino mal», y en ese precisó momento «me cogió por la garganta, empecé a no respirar y me desmayé». Al recuperar la consciencia, «empecé a chillar como si no hubiera un mañana; había gente alrededor de mí y seguía el chaval –por el acusado– porque pensaba que me había matado». Después, continuó, «se fue, me cogió el coche y al dar marcha atrás me llevó la pierna derecha». Le arrolló, precisó, «por el empeine; me abrasó» y siguió circulando «a donde le dio la gana».

El Ministerio Fiscal recoge que el investigado huyó «a gran velocidad» y «golpeó un Ford Fiesta que se encontraba detenido en el semáforo frente al Hotel Los Abedules, pasó con el coche por encima del pie del hombre y, al cambiar de vía de forma antirreglamentaria desde la N-634» golpeó a otro vehículo que aguardaba en un stop». Pero continuó circulando hasta Gijón, donde, a la altura de la calle Manuel Rodríguez Álvarez, sobre las 19.30 horas, la Policía Nacional le dio el alto. Llevaba la navaja, una cartera con documentación y dos teléfonos móviles, propiedad del dueño del coche.

Como consecuencia de estos hechos, el herido sufrió lesiones que tardaron treinta días en curar. Unas lesiones que, según afirmó, le han llevado a una invalidez del 65% y a dejar de trabajar. «Como soy diabético, en el hospital me llegaron a decir que si no me curaba la herida, tendrían que cortarme el pie». No fue así. «Eso sí, tuve que ir al psicólogo».

La celebración del juicio tendrá que esperar. El acusado, defendido por el letrado Emilio Matanzas, permanece en prisión.

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