«Las rebajas han perdido su sentido original»

Desde hace ya algunos días los escaparates de muchos negocios ovetenses atraen las miradas de los consumidores, ávidos de descuentos. El pequeño comercio se ha visto obligado, otro año más, a adelantar sus ofertas para poder competir con las grandes superficies que empezaron las rebajas el sábado pasado. Lo que antes era utilizado como la mejor herramienta de marketing se ha convertido en un motivo de rivalidad entre comerciantes. «Las rebajas han perdido un poco su sentido original», lamenta Rubén de Francisco, de Calzados Abelardo, que aún recuerda las colas de otros años el primero de julio.

De la misma opinión es la dueña de la tienda de moda Píkara, Yolanda Vega, para quien el exceso de ofertas ha desvirtuado el concepto de las rebajas de verano. En su tienda, el arranque de la campaña está siendo «más bien flojo», aunque espera que la cosa mejore conforme avance el mes.

Antiguamente, las rebajas eran el mayor reclamo para los establecimientos, pero tras el cambio de la legislación en el año 2012, la lucha por atraer a clientes se acentúo y el pequeño comercio salió perdiendo. «Para nosotros, mantener los descuentos tanto tiempo supone un esfuerzo importante, pero lo hacemos porque el cliente lo pide», cuenta Mariana Battilana, de la tienda Coihue Hogar y Belleza.

En este establecimiento, las ofertas mayores, de un 40% o 50%, sólo se aplican en una pequeña selección de productos. El resto tienen un descuento menor. «Tampoco podemos permitirnos tirar los precios como hacen las grandes superficies», advierte Battilana.Sea como fuere, las tiendas ya empiezan a notar un cierto movimiento en las calles de Oviedo. En la tienda de modas Pilar Prieto, los conjuntos se venden como churros. «Somos cuatro en tienda y no paramos en todo el día», asegura Marisol Álvarez, trabajadora del local.