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A. ARCE
OVIEDO.
Sábado, 9 de enero 2021, 00:25
Sergio Villaverde, el hostelero riberano de cincuenta años que inició una huelga de hambre para denunciar la «situación de desamparo» a la que las autoridades regionales le han «obligado» al denegarle la ayuda regional prevista para los sectores afectados por la pandemia, cumplió ayer ... dos noches durmiendo al raso en su camastro frente a su establecimiento hostelero, El Caleyón, que está obligado a abandonar por impago del alquiler.
Ayer, al constante flujo de visitas que recibe desde que comenzó su particular cruzada se sumaron la del presidente de Vox Asturias, Ignacio Blanco; y el concejal de la formación en Siero, Alejandro Álvarez, que acudieron para trasladarle ánimos y ofrecerle la creación de una plataforma de ayuda.
Villaverde, sin embargo, aseguró: «No quiero limosnas, solo los 1.500 euros que prometió Barbón y que me denegaron por deber una cuota de autónomos a la Seguridad Social», repitió de nuevo. «No necesito otra cosa, sé que hay más personas en situaciones muy complicadas y creo que con eso podría salir adelante». Y aseguró a este diario que «continuaré como hasta ahora mientras las fuerzas me lo permitan», alimentado, eso sí, solo con suelo oral y algún que otro café con leche que le llevan los efectivos de la Guardia Civil.
Mientras tanto, el temporal continúa arreciando y las temperaturas, cada vez más bajas, siguen helando las noches que Villaverde, tapado con un par de mantas, pasa frente a su local, en Palomar.
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