El castillete del pozo San José, en San Frechoso. FOTOS: MARIO ROJAS

«Queremos que se recupere el pozo San José»

Los vecinos de Olloniego quieren reactivar las instalaciones mineras para que se puedan realizar actividades culturales o industriales

JUAN VEGA

OLLONIEGO.

Domingo, 3 de enero 2021, 01:16

El pozo San José, en San Frechoso, Olloniego lleva casi tres décadas cerrado. En todo ese tiempo, el esqueleto de su castillete y los edificios que quedaron en pie han ido deteriorando progresivamente su entorno natural. «Hay un abandono considerable; el castillete es ... un Bien de Interés Cultural y está completamente oxidado». Son las palabras de la secretaria de la Asociación de Vecinos de Olloniego, Carmen Barbosa, quien reclama la recuperación y conservación de la zona para poder darle un uso cultural e incluso industrial.

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Desde la asociación reivindican de manera constante su pasado minero. Es por eso que cada año realizan la Fiesta del Carbón, en la que se reúnen para hacer una visita a las instalaciones del pozo. «Es la manera que tenemos de no olvidar nuestros orígenes», puntualiza Barbosa. También critican que la localidad no se ha beneficiado «directamente» de los fondos mineros ya que el polígono industrial construido con ellos se encuentra a varios kilómetros de distancia. «Hace años el Instituto Nacional de Industria garantizaba la recuperación del entorno y aquí no fue así», lamentan. Por ello, han solicitado una reunión en Hulleras del Norte S.A (Hunosa) para poder buscar una solución y evitar que «se pierda para siempre».

Cierre y abandono

Como anécdota, la secretaria de la asociación comenta que hace unos años se llegó a robar una de las patas que sostienen el castillete: «Esto demuestra que nadie mira para ello; los edificios están todos destruidos y hay varios guardias que pasan por aquí, de vez en cuando, pero si no se hace nada, lo vamos a terminar perdiendo».

La explotación, ubicada justo en la entrada de los valles mineros, se inauguró en 1958 y mantendría su actividad hasta el 1 de agosto de 1972. Diez años más tarde la empresa estatal Hunosa reactivó su producción, después de determinar la cantidad de carbón que quedaba en el yacimiento. En esos años, más del 80% de la localidad ovetense trabajaba allí. Su cierre definitivo se produjo en 1993, habiendo extraído, en casi 35 años, un total de 4 millones y medio de toneladas de carbón de las entrañas de la tierra.

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