«Somos el mismo pueblo, pero estamos divididos sin el puente»

El puente de Olloniego-Tudela Agüeria, que une las dos partes del pueblo de Quintaniella, se ha convertido en símbolo del descontento vecinal. Desde enero de 2022, las obras para su reparación se paralizaron tras la renuncia de la anterior adjudicataria ante, según argumentaron, los elevados costes del acero tras el estallido de la guerra de Ucrania. Con dicha situación los operarios de Puentes y Tableros demolieron la infraestructura y dejaron sin comunicación a un mismo pueblo que ve cómo la falta de accesibilidad de un lado a otro es un problema grave: «Se derribó por mal estado, aunque aquí han pasado coches hasta el último momento. En lugar de cerrarlo, tenían que haberlo arreglado para no dejarnos incomunicados», opina Paco Álvarez, quien lleva viviendo allí 47 años y ahora no puede ni acceder a la parada de bus urbano: «Sin coche, aquí no haces nada», declara.

A dichas palabras se une María Esther Jove, quien indica que «somos el mismo pueblo, pero estamos divididos sin el puente». Una imagen que se corrobora cuando desde un lado se ve al resto de vecinos. Para acceder a ellos y a la parada del autobús urbano hay que dar un rodeo por una senda sin iluminación: «Sin el puente, debemos salir de casa casi una hora antes para llegar a la parada de autobús urbano, cuando normalmente sólo tardaríamos diez minutos».

La falta de accesibilidad también se ve en otro puente que tienen, pero con una altura limitada a menos de 2,5 metros, lo que impide que ambulancias y camiones de bomberos pasen por debajo para llegar al pueblo. «Esto es insostenible. Estamos abandonados. Aquí no llega ni una ambulancia por culpa del deterioro ya que por aquí ni un barrendero pasa», denuncian los vecinos. «La sensación de abandono es palpable. Nadie nos da explicaciones».

El Ayuntamiento, por su parte, tiene la previsión de retomar las obras del puente durante la próxima primavera, concretamente en el mes de abril. Sin embargo, el plazo no responde a un intento de agilizar los trabajos, sino a una medida impuesta por motivos medioambientales: evitar interferir en el periodo de desove del salmón en el río Nalón. «Está adjudicado, pero tenemos que esperar a abril para no afectar al desove del salmón. Es una vergüenza cómo está eso», declaró el alcalde Alfredo Canteli, hace un par de días, advirtiendo del estado lamentable de la estructura y la urgencia de su reparación y dejando claro que si por el gobierno local fuera, empezarían antes.

El Consistorio había solicitado al Principado que esta normativa no paralizara los trabajos. Mientras tanto, la nueva empresa adjudicataria aprovechará los meses de espera para avanzar en la construcción de la estructura del puente desde el taller, lo que permitirá retomar las obras con rapidez en cuanto se levanten las restricciones, algo que el pueblo espera se cumpla.