La prostitución muta para esquivar la Ley del 'sólo sí es sí'

La aprobación de la Ley de Libertad Sexual, más conocida como la del 'sólo sí es sí', supuso la ilegalización de los anuncios sexuales en las clásicas webs de contactos. A raíz de ello, muchas han cerrado y en su lugar han comenzado a aparecer otras, nuevas, en las que no permiten a las prostitutas anunciarse como tal ni aparecer sin ropa, sino como «masajistas» y «acompañantes para ir al cine» o compartir una «cena temática». No obstante, explica a EL COMERCIO la «telefonista» de una de estas mujeres -nombre que recibe en el mundo de la prostitución el tercero al que a veces se contrata para encargarse de gestionar la publicidad de una de estas 'escorts' y atender los teléfonos-, «los clientes siguen llamando preguntando por las mismas cosas y pidiendo los mismos servicios. Casi nada ha cambiado» más allá de una pequeña merma en la demanda. En Oviedo -y en el resto de la región-, advierte, ya hay varias a pleno funcionamiento.

Mientras tanto, Asturias continúa con su intención de erradicar la prostitución. El Gobierno del Principado pondrá este mes en marcha su estrategia para la abolición de la prostitución y la trata de seres humanos con fines de explotación sexual. En el punto de mira del Ejecutivo, proxenetas, tratantes y cualquier doctrina de carácter regulatorio que no sea la prohibición. Esto, persiguiendo a las redes de trata y proxenetas, ofreciendo asistencia a las víctimas y concienciando a la sociedad acerca de este tipo de violencia sexual, empezando por los jóvenes. El plan incluirá la redacción de un estudio de diagnóstico que sirva para mapear este submundo que se encuentra tan a pie de calle, local de alterne -cada vez menos- o comunidad de vecinos -en pisos de citas-. Estos últimos se han multiplicado en pocos años tras la pandemia y el cerco policial a los clubes nocturnos convencionales.

Uno de los problemas que se han venido planteando a la hora de poner nombre y cifras a la prostitución radica en la falta de datos. Se manejan cifras como las que aportan a este diario las fuentes policiales consultadas y que apuntan a que dos tercios de las víctimas detectadas se corresponden con la «prostitución coactiva». Es decir, aquellas que han padecido a la figura del proxeneta. El dato no ha variado en los últimos años. Por otro lado, una de cada tres serían víctimas de trata. Las mismas fuentes matizan que estas cifras se aplican al número de víctimas que han sido identificadas por algún motivo, aunque no con certeza al número total de prostitutas.

Tampoco está claro cuántas mujeres ejercen la prostitución en Asturias ni en España. En el plano nacional, durante años se ha manejado la cifra de 300.000, pero algunos expertos creen que son alrededor de 100.000. De ellas se identifican, al año, a unas 1.000 personas que son víctimas de la trata de seres humanos con fines de explotación sexual. En Asturias ocurre algo similar. Las tres entidades con experiencia para la atención de las víctimas -la Fundación de Solidaridad Amaranta, la Asociación para la Prevención, Reinserción y Atención a la Mujer Prostituida (Apramp) y Médicos del Mundo- asisten cada año a unas mil mujeres, algunas de ellas víctimas de trata y explotación sexual. Estas son derivadas directamente a las asociaciones por la Policía Nacional, aunque, de nuevo, sigue sin ser el número total.

Pero si hay un dato que complica las cosas, en este caso en el horizonte de la abolición de la prostitución, es el de la alta demanda de «servicios sexuales». Y es que España continúa siendo el tercer país del mundo con mayor demanda de sexo de pago tras Tailandia y Puerto Rico, y líder del territorio europeo. Y en el centro del debate, si algún tipo de prostitución se ejerce libremente o no, y cuántas efectivamente lo hacen de esta forma.

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