«Con las propietarias, las monjas, no habla nadie para resarcirlas y perdirles disculpas»

El historiador Andrés Martínez Vega dice que «resulta peligroso empezar las obras en la fábrica de armas sin hacer las excavaciones»

R. AGUDÍN

OVIEDO.

Miércoles, 27 de julio 2022, 00:45

Los orígenes de La Vega son altomedievales. Las crónicas de la monarquía asturiana recogen que allí se asentó el recinto palatino de Alfonso II, cuyos restos aún permanecen escondidos. «Me resulta peligroso empezar con las obras sin hacer excavaciones. La parcela no es un ... simple solar, es una auténtica ciudad», explica el historiador y subdirector del Ridea, Andrés Martínez Vega.

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En sus orígenes, prosigue, los terrenos estaban unidos a la iglesia prerrománica de Santullano y fueron la «ultima propiedad que mantuvo la corona en Asturias» siendo en 1153 cuando doña Gontrodo Petri recibió la finca creándose en un primer momento un monasterio con «una orden francesa». «Lo más seguro es que la cantería del recinto palaciego se aprovechase para el monasterio y solo queden sus cimientos».

Al morir la fundadora del convento, la dependencia con Francia se perdió y entraron las benedictinas que fueron expulsadas «el 31 de julio de 1854». Es decir, el domingo se cumplirán 168 años de esta efeméride coincidiendo con la firma de las tres administraciones competentes para la reordenación de esta gran parcela. «Con las propietarias, que tuvieron que irse atemorizadas en mitad de la noche, no habla nadie para resarcirlas y pedirles disculpas», añadió este historiador que critica el nuevo vial que se quiere hacer por medio de los terrenos. «Se romperá la unidad territorial y, además, los usos que se proyectan no tienen nada que ver con estos terrenos. ¿Qué sentido tiene la torre de 25 plantas?», se pregunta para a renglón seguido decir que se deben crear «comisiones para que los expertos puedan dar su opinión».

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