El Principado hace un frente común con Santa Bárbara en la lucha por el contrato del 8x8

«La interlocución con la empresa y con la ministra ha sido directa y continua, pero hemos visto que las diferencias entre las partes han sido insalvables», explicó el consejero. «Pero ahora hay una nueva esperanza, por el bien de Asturias», confío, y aclaró, además, que «las propias condiciones del contrato no estaban exentas de tensiones».

La empresa y la Dirección General de Armamento y Material (DGAM) venían celebrando reuniones periódicas durante los últimos meses para avanzar con las negociaciones y dar luz a una iniciativa que lleva doce años sobre la mesa. Las previsiones del ministerio pasaban por que el contrato estuviese firmado a final de año, y que la UTE formada por Santa Bárbara, Indra y Sapa comenzase la producción de inmediato. Sin embargo, Defensa declaró el lunes desierto el contrato para la producción de los blindados tras desestimar la oferta de la filial en España de General Dynamics European Land Systems por razones «técnicas», «económicas» y «operativas».

La adjudicación directa «por motivos de seguridad nacional», por tanto, ya no es una opción. La tesis del ministerio sostiene que la oferta de Santa Bárbara no cumplió con los requisitos del pliego de prescripciones técnicas en sus apartados de plazo de ejecución, suministro de vehículos de serie y prototipos, y hasta el orden de producción de las trece configuraciones diferentes del blindado. «La adjudicación directa habría asegurado el empleo en Asturias», concluyó el socialista.

Además, la propuesta tampoco aseguraba la invariabilidad de los costes de producción en caso de imprevisto. Ahora, los pliegos del proceso competitivo que sacarán adelante desde el Gobierno en funciones de Sánchez mantendrá el techo de gasto y el número de vehículos a obtener y flexibilizará «otros parámetros», aún sin concretar.

No obstante, y a pesar de que todos los factores así lo indican, en términos administrativos la resolución del DGAM todavía no es definitiva, Así lo explica la declaración de inadmisibilidad de la oferta. La empresa aún puede interponer recurso de alzada en el plazo de un mes ante el secretario de Estado de Defensa, Ángel Olivares. Transcurridos tres meses desde la posible interposición de dicho recurso sin que hubiera recaído resolución, se podría entender desestimado finalmente. La empresa, por su parte, señaló que «pondrá todos sus esfuerzos» en el proceso de licitación competitiva que prevé iniciar el Ministerio para llevar a la villa cañonera el contrato más importante de la historia de las Fuerzas Armadas.

El consejero instó a todas las administraciones a que permanezcan «unidas». «Estamos todos con el mismo nivel de preocupación, debemos sumar esfuerzos y no pasarnos la patata caliente para poner el problema en la puerta de otras administraciones», aseveró, después de que el alcalde, Alfredo Canteli, reclamase al presidente de Asturias, Adrián Barbón, que reaccionase ante la resolución del contrato. El consejero apeló a la «seriedad» para hacer frente a este «problema que preocupa tanto al Ayuntamiento de Oviedo como al Gobierno del Principado», y consideró que «no es el momento de buscar responsabilidades en una administración concreta» al tratarse este, concluyó, «de un asunto en el que las partes involucradas han sido el ministerio y una empresa privada».

Por el momento, también ha quedado en el aire el convenio con Indra-Santa Bárbara Sistemas para la construcción de los cinco demostradores del Dragón. Un contrato distinto, sí, pero estrechamente ligado al que habría recaído en Trubia. El Consejo de Ministros aprobó hace una semana al Ministerio de Industria, Comercio y Turismo para suscribir una tercera adenda al contrato que permitirá que los 91.969.680 euros previstos para la construcción de los prototipos en 2019 pasen a 2020, acomodando así los pagos «al ritmo de ejecución del programa».