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Dentro de unos pocos días comenzarán a desaparecer, presa de la piqueta y casi once años después del traslado de la ciudad sanitaria de Oviedo ... a La Cadellada, el Hospital General, el almacén y taller y los edificios anexos del antiguo HUCA. El consejero de Hacienda y Fondos Europeos anunció este lunes, después de la reunión entre Canteli y Barbón en Presidencia, que las demoliciones en los inmuebles que son de titularidad regional en el complejo sanitario de El Cristo comenzarán «en los próximos días»; más concretamente, «la semana que viene».
Por ahora, la consejería se encuentra, anticipó, «ultimando el contrato de coordinación y seguridad, y a partir de ahí se firmará el acta de replanteo en los próximos días y darán comienzo las obras». Los trabajos, que durarán un año y están valorados en algo menos de cuatro millones y medio de euros, arrancarán con una limpieza interior y exterior de la parcela y los edificios, «y se centrarán, sobre todo, en retirar el amianto; la empresa (Hercal Diggers) tendrá que trazar un plan de seguridad para retirar ese amianto, porque lo más importante es garantizar la seguridad de las personas».
No es algo baladí. Las demoliciones en el viejo HUCA permitirán sentar las bases de la futura transformación integral del ámbito, donde la Universidad de Oviedo creará el campus B de El Cristo en los edificios que le ha cedido la Tesorería. Aun así, y teniendo en cuenta los constantes episodios de saqueo y robos que han reducido los inmuebles a su mínima expresión durante el último año, Canteli considera que la Administración ha estado lenta. También, a su juicio, la Tesorería General de la Seguridad Social (TGSS) y la institución académica.
Y es que, desveló, la Tesorería quiere una recalificación de sus terrenos para «poder pagar tirar el edificio actual de ellos, que es muy caro», y a pesar de ello «nadie presentó nada». Del mismo modo, la Universidad necesita un cambio de usos en los edificios de Maternidad, Silicosis y Consultas Externas para implantar el campus B y, de nuevo, «nadie pidió nada». Con lo que, concluyó el alcalde, «son retrasos no fomentados por el Ayuntamiento, sino por la Universidad y la Tesorería», amén de la «tardanza en iniciar el derribo».
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