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El Centro Asturiano de Oviedo vivió ayer una de sus galas más emotivas, aquella que premia a deportistas ejemplares, dentro y fuera de la cancha. La sesión comenzó con el sonido de la Banda de Gaitas del Centro Asturiano, para dar paso al presidente, José ... Manuel Granda, que se dirigió a los premiados y destacó «los valores humanos que lleváis por bandera».
Durante el acto se reconoció a catorce socios del Centro por su dominio de las distintas disciplinas deportivas: Manuel Fernández Fernández (atletismo), Andrés Martínez Marcilla y Martín Martínez Marcilla (baloncesto), Marcelino Vázquez García (billar), Miguel Ángel Martínez Sánchez (bridge), Manuel Aira Tenreiro (cicloturismo), Miguel Vidal García López (fútbol), Leyre Rodríguez Díaz (hockey sobre patines), Carmen López Vázquez (kárate), Claudia Rodríguez Rodríguez (natación), Julia Jardón Gurruchaga (pádel), Mar Santos González (patinaje artístico), José Carlos Borges Dos Santos (tenis) y Alejandro Díaz Álvarez (triatlón).
Aparte de estos galardones, la Asociación de Amigos de Deporte entregó la XV edición del Premio a la Deportividad José Fernández a Antonio Pérez Álvarez por su hondo compromiso con el club de atletismo y, en especial, con la carrera de montaña. «El deporte es salud», manifestaba el premiado, «orgulloso de recibir esta distinción».
Acto seguido, subía al estrado la deportista galardonada con el XIX Premio Amor al Deporte, Beatriz Álvarez Valderrama. Trabajadora social y onubense de origen, compitió durante años en natación adaptada y después aceptó el reto de entrenar a otras mujeres con discapacidad y muchas ganas de superarse a sí mismas. «Quiero devolver al deporte una pequeña parte de todo lo que me ha dado», afirmó la también fundadora del Club Mareastur de Natación Adaptada, referente en toda España. Como broche final del acto, volvió a tomar la palabra el presidente del Centro Asturiano de Oviedo. Lo hizo para insistir en que el mejor deportista no es necesariamente el que mejores marcas bate, «sino aquel que inspira a otros por su calidad deportiva y humana». Por ello, el presidente invitó a los jóvenes a tomar el relevo, dentro y fuera de la cancha, consciente de que «el deporte y sus valores engrandecen a las personas».
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