Secciones
Servicios
Destacamos
CECILIA PÉRES
OVIEDO.
Lunes, 28 de enero 2019, 02:34
Alberto Reigada (Vegadeo, 1951) desborda ilusión por los cuatro costados. Tras décadas esperando poder ampliar la iglesia de La Tenderina «al fin» lo ha logrado. Tras sucesivas paralizaciones y pequeños y grandes obstáculos de por medio, las obras de ampliación de templo arrancaron hace dos semanas. Una obra «necesaria» que necesitará, aún, de la ayuda de los feligreses para hacer frente a los 400.000 euros de presupuesto.
-Con gran ilusión. Hay una frase que lo resume todo 'al fin'. Ya vinieron a instalar la toma eléctrica y los trabajos previos a la ampliación. Hemos tenido las vallas abiertas para que la gente vea que se está trabajando. Estamos muy contentos con la empresa Tidea, que es quien ejecuta los trabajos.
-Efectivamente, la gente lo ve. Ahora vamos a empezar una campaña para la captación de recursos.
-Iniciamos la segunda fase de la campaña a través de diferentes medios. El primero es a través de una colecta mensual, en la primera fase llegamos a superar los mil euros. Es una colecta extraordinaria. Aprovechando eso vamos a iniciar la captación de socios parroquiales que, con una cantidad al mes de unos diez euros, tendríamos una cuantía importante para financiar mensualmente las obras de una manera estable porque no dependes de la colecta. Rondaremos ya los cien socios y el objetivo de este año es doblar ese número, alcanzar los doscientos o doscientos cincuenta socios. Les compensaremos con servicios parroquiales gratuitos como bautizos, funerales o bodas. Si llegamos a esos doscientos, más la colecta, tendremos prácticamente garantizado la financiación del crédito. Además sería una manera de fidelizar a la gente con la parroquia de una manera estable y fija. Otra manera de buscar financiación es a través de los columbarios, no hay ninguna iglesia alrededor que cuente con ellos. Nosotros pensamos instalarlos con un carácter popular, que no lleguen a los dos mil euros y que se puedan ir pagando a plazos, de unos cincuenta euros al mes. La gente ya está interesada y contamos con 122 solicitados.
-Sobre unos trescientos.
-(Risas) Tengo una sobrina que estudió Marketing y Publicidad en la Universidad Complutense de Madrid que me ayuda. La primera imagen de la campaña nos la diseñó ella.
-La gente se da cuenta de que llevamos sesenta años esperando porque ve las limitaciones. La primera de ellas, la necesidad de poner un ascensor pensando en las personas mayores que no pueden subir a los salones donde realizamos, por ejemplo, el aula cultural. Pensamos también en los niños que vienen a la catequesis. Tenemos un ángel de la guarda con nosotros; afortunadamente, nunca se ha caído uno por las escaleras. Necesitamos ampliar el templo porque los domingos tenemos tres misas y las tres se llenan.
-Sí, estamos a tope. De hecho algún cura me dijo 'cómo se me ocurría ponerme ahora a ampliar la iglesia que ahora cada vez va menos gente a misa'. Eso no me pasa, la tengo llena.
-Sí, nosotros tenemos una amplia iniciativa pastoral por edades. La primera y más numerosa es el catecismo, con más de cien niños entre los tres cursos de iniciación cristiana. Y contamos con unos sesenta para los grupos de confirmación. Esto hace que se llene diariamente con actividades diferentes incluidas las aulas culturales y los grupos de pastoral de la salud, conformado por unas quince personas que atiende a todos los ancianos y personas enfermas del barrio.
-Tenemos una zona muy envejecida, de la iglesia hacia La Tenderina, y otra más joven, hacia La Quinta del Alba.
-Es un barrio popular que tiene fundamentalmente gente mayor en la zona antigua y matrimonios muy jóvenes en la parte nueva. En el ámbito poblacional es un barrio con mucha familia inmigrante que ocupa, normalmente, los pisos más antiguos. La gente se conoce y se habla como en un pueblo dentro de la ciudad. Al principio me hacía gracia cuando la gente decía que se iba a Oviedo cuando subía la cuesta de La Vega.
-Son comercios pequeños, de iniciativa de autónomos que sufren una competencia muy grande por parte de los grandes establecimientos. También influye que el barrio está muy cerca del centro, estos comercios pequeños como no tengan una venta suficiente tienen que ir cerrando.
-No, no. Hay mucha vida que se manifiesta en asociaciones, en grupos, en movimientos sociales... Lo que ocurre es que la mayor parte del barrio trabaja fuera.
-Sin ese movimiento sería muy difícil que el barrio pudiera crecer porque es el que ve las necesidades reales y puede reivindicarlas ante los partidos políticos, tanto a nivel local como regional. Es el que garantiza la seguridad y que haya unos servicios adecuados. Curiosamente, la asociación vecinal lleva el nombre de San Javier y es laica. Es un orgullo porque una de nuestras tareas como parroquia es hacer barrio, ser como dice el Papa Francisco, un hospital de campaña, estar ahí para resolver las necesidades y problemas. Por eso nuestro lema es 'Somos barrio, hacemos nueva parroquia'.
-Que pisen el barrio, que no vengan la última semana solo a pedirnos el voto. Necesitamos un centro social más grande porque la parroquia está haciendo esa sustitución. También una escuela de 0 a 3 años, ampliar la zona de jardines y un centro de día para mayores.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.