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ROSALÍA AGUDÍN
Domingo, 12 de junio 2022, 00:40
Cuenta José Vázquez, más conocido como el 'poli marchoso', que empezó a enseñar seguridad vial hace 35 años. Fue algo casual porque en un principio era el jefe de servicio quien enseñaba a los más pequeños de la casa las lecciones, pero delegaron hasta que ... le tocó. De esta forma comenzó una carrera que le ha llevado a recorrer todos los colegios del municipio, a que sus canciones suenen en Argentina y México y esté ya planeando el próximo videoclip. Irá sobre los pasos de cebra y en él saldrá, como no podía ser de otra forma, su inseparable 'Tuca'.
Vázquez nació en 1960 en una aldea de A Peroxa (Ourense). Hijo de José y Concepción, dice que forma parte de la «generación del 'baby boom'» y es el mediano de tres hermanos. Cuando tenía seis meses, su familia tomó la decisión de mudarse a Oviedo, instalándose en Ciudad Naranco, y desde bien pequeño ha cosechado hitos.
Fue el primer niño que se matriculó en el colegio de San Pedro de los Arcos hace ya más de medio siglo. «Fue gracias a que mi padre ayudó a los obreros a poner la mesa del director y en agradecimiento le evitaron la espera para matricularme». Pasó por el instituto Alfonso II y desde joven «preparé oposiciones de todo tipo». Para ello acudió a una academia que pagó gracias a que «descargué camiones» y mientras tanto fue contratado para ser locutor de Los 40 Principales.
Estuvo a punto de ser oficial de juzgados en Bilbao, pero finalmente acabó siendo funcionario del Ayuntamiento de Oviedo en 1984. «Cuando aprobé, no me lo creía y durante ocho años compaginé ambas labores». Por las mañanas era agente y por las tardes se ponía al frente de los micrófonos. «Hice siempre radio fórmula y estoy agradecido de que me permitiesen hacer las dos cosas. Trabajar en lo primero me ayudó a hablar en público y las estructuras musicales», que ahora pone en sus canciones que conquistan a todos los niños.
Corría el año 1987 cuando sus superiores le encomendaron recibir a un grupo de niños que visitaban la comisaría de la Policía Local, ubicada de aquella en la calle Quintana. Cuenta que al principio «no sabía cómo enseñarles», pero se los fue ganando gracias a que les mostró un coche patrulla. Poco a poco le fue cogiendo gusto a la seguridad vial y se formó para ello. «Hice un curso de monitor en la UNED y después empezamos a visitar nosotros los colegios».
Empezó por los de Ciudad Naranco y en Santa María del Naranco le regalaron tres marionetas. Una tenía el nombre de 'Tuco' y al principio «no sabía qué voz ponerle» hasta que decidió que fuese «voz de pita». Algo que le llevó a cambiar el nombre al femenino y durante todo este tiempo ha creado muchas canciones inspirándose en lo que le pasa al volante. «Un día casi atropello a un niño que iba detrás de un balón y a partir de ahí cree 'La pelota se escapó'». También sufrió un accidente de moto y compuso una melodía sobre las intermitentes y próximamente lo hará sobre las ruedas».
Unas labores que compagina con su jubilación. Se retiró el año pasado, pero en septiembre regresará a los colegios y en Navidad espera volver al escenario del Auditorio con la Banda de Música.
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