P. A.
OVIEDO.
Martes, 7 de febrero 2023, 02:23
Sucedió el pasado 27 de enero. Un hombre, «muy alborotado», accedió a Urgencias exigiendo «a gritos» su ingreso en el área de Psiquiatría. El personal de vigilancia, según informó entonces este diario, actuó de manera rápida y redujo al hombre. Se había dado cuenta que ... portaba un arma. Le pidieron que sacara todo lo que llevaba en sus bolsillos, y exactamente llevaba un arma de fuego y diferentes cargadores, todos ellos llenos de munición del calibre 9 mm parabellum. El personal de seguridad dio aviso a la Policía Nacional.
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El hombre, según informó la Jefatura Superior, tras haber ido a su centro de salud para que le viese el psiquiatra que tiene asignado, y no lograrlo al no estar el médico, se trasladó a Urgencia del HUCA «encontrándose realmente mal».
En el hospital y bajo supervisión quedó ingresado hasta el pasado 31 de enero, cuando recibió el alta. Agentes de la Policía Nacional le acompañaron a su domicilio, «teniendo constancia de que poseía, al menos, un arma más». Le solicitaron la entrega voluntaria de lo que pudiera tener en su poder. Y así lo hizo. Le intervinieron dos armas de fuego, una del calibre 9 mm parabellum junto a tres cargadores y otra del calibre 22, además de una escopeta de caza, una carabina de aire comprimido, dos pistolas de aire comprimido y gran cantidad de municiones. El hombre también dio traslado de las guías, licencias y tarjetas de armas oportunas, explicó la Jefatura Superior en un comunicado.
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