El Pleno aprueba el convenio de La Vega para su reordenación urbanística y «abrirla a los ovetenses»

Una nueva tramitación donde el gobierno local espera rebajar el plazo reflejado en el citado documento de cuatro años y en la que, de forma paralela, se compromete a dos actuaciones: a ejecutar los trabajos «que acrediten la existencia o no de vestigios arqueológicos» y desbrozar y adecuar la parcela, con 127.000 metros cuadrados. Pasos con un objetivo claro: «Reusar un espacio de absoluta centralidad en la región, abandonado y degradado» y «abrirlo a los ovetenses en el menor tiempo posible», indicó el popular, que agradeció explícitamente a los responsables de las tres administraciones su participación en la negociación.

Tras la aprobación inicial el pasado diciembre, el Ayuntamiento se ha encargado de estudiar y contestar las 809 alegaciones presentadas por grupos políticos, asociaciones profesionales o vecinales y particulares. Con estas, el convenio ha incorporado «modificaciones menores» en un documento de treinta y un páginas que sí refleja cambios sustanciales respecto al protocolo firmado inicialmente entre las tres administraciones hace dos años. Entre las más importantes, y citadas en el Pleno de ayer durante las respectivas intervenciones de los portavoces de los grupos municipales, lo referido a la parte inmobiliaria. Se ha pasado de un 30% del millar de pisos vinculados a la operación destinado a vivienda pública, a un 100% de pisos asequibles, con la mira puesta en facilitar el acceso a los jóvenes y enmarcado en el reciente acuerdo del Consejo de Ministros.

Igualmente se ha descartado la bautizada 'torre Asturias' de veinticinco plantas, se salvaguardan finalmente los chalés de la avenida de La Tenderina y figura la posibilidad de estudiar un nuevo trazado del vial que cruzará la antigua fábrica. Se refirió igualmente Cuesta a esos estudios arqueológicos que comenzarán en el menor tiempo posible y sostuvo que «el equipo de gobierno nunca ha renunciado a llevarlos a cabo en todo el ámbito», si bien los iniciarán por aquellas zonas de transformación, dejando para más adelante, en el caso, zonas verdes o espacios libres donde «no va a condicionar el resultado».

La votación, como estaba previsto en la guion, contó con el respaldo de los dos grupos municipales de la izquierda. El portavoz socialista, Carlos Fernández Llaneza, defendió que «La Vega es un proyecto esencial para el futuro de Oviedo» y «tiene que ser el trampolín para diseñar la ciudad de las próximas décadas». Destacó, además, los cambios en el documento y advirtió, eso sí, que «pelearemos porque sirva a los intereses de la ciudad» la futura reordenación urbanística.

Por su parte, el portavoz de IU-Convocatoria por Oviedo, Gaspar Llamazares, calificó como «votación histórica» el acuerdo de La Vega durante la sesión. Destacó además el papel tanto de las administraciones como de los sectores críticos para alcanzar el documento final. No obstante, incidió en que el futuro de La Vega «no sería entendible sin articularlo con los barrios del entorno» y sin una vocación tanto de servicio público como vinculado a aspectos culturales y al sector biotecnológico.

La portavoz de Vox, Sonsoles Peralta, más critica y cuyo grupo se abstuvo, incidió en la necesidad de realizar el estudio arqueológico en todo el conjunto, y no solo en las zonas delimitadas, y lamentó que el convenio «podría ser manifiestamente mejorable en defensa de los intereses de los ovetenses». Peralta justificó igualmente su «veto» a que el nuevo vial discurra por el interior de La Vega, aunque tendió la mano al equipo de gobierno para «hablar del futuro desarrollo del ámbito».

El Pleno municipal se alargó ayer durante cinco horas y media. Aunque La Vega, por su trascendencia, centró una parte importante del debate, el gobierno local logró sacar adelante la modificación presupuestaria para la adquisición de la galería del Calatrava así como otra destinada principalmente a la cuestionada modificación del contrato –de un 36% sobre el precio inicial– para las obras de rehabilitación del Palacio de los Deportes. Igualmente salió adelante, con el apoyo del PSOE y Vox y en este caso la abstención de IU, de la Cuenta General del pasado ejercicio.