Platos para sorprender a los paladares más exigentes

Una de las claves de éxito de cualquier empresa es saber cuidar a sus clientes. Esa es precisamente la máxima con la que trabajan en el Restaurante Los Corzos, un establecimiento hostelero ubicado en La Manjoya, donde el buen producto y los clientes son los auténticos protagonistas.

Este restaurante abrió sus puertas hace 27 años y desde entonces todos los trabajadores se han esmerado en sorprender cada día a quienes se sientan en sus mesas. Así lo afirma José, propietario de Los Corzos, para quien el trato con los clientes «es como una relación personal, hay que cuidarla a diario para que no se estropee». Entre esos 'cuidados' que ofrecen en Los Corzos se encuentra variar la carta y las sugerencias a menudo «para que los clientes no se aburran de comer siempre lo mismo».

Comer en Los Corzos es una experiencia única e inigualable, y no solo por las materias primas con las que trabajan, sino porque está ubicado a un kilómetro de la capital asturiana, y rodeado de un paraje natural, donde destaca la Sierra del Aramo, que hacen de este restaurante un espacio ideal.

Tomando como base la cocina asturiana, en Los Corzos hasta los paladares más exigentes se deleitarán. A su gran variedad de entrantes, ensaladas pescados y mariscos, y carnes de cocina, se suma su parrilla, que se convierte en un atractivo para todo aquel que visita el establecimiento, especialmente en la época estival.

Las costillas, el secreto ibérico, la Ternera Asturiana, o chuletones de diferentes clases, como el de Frisona Holandesa, el de Roja Danesa, o la Chuleta Simmental Aleman son algunas de las exquisiteces que podemos probar en Los Corzos. «Tratamos de traer carnes nuevas para que los clientes tengan la oportunidad de probar algo diferente cada vez que vienen», apunta José.

Otro aliciente más para visitar el Restaurante Los Corzos son sus productos de temporada. Precisamente ahora con la llegada del otoño comienzan a llenar sus platos las deliciosas setas, de diferentes tipos.

No podemos dejar de mencionar a su equipo, que es, en palabras del dueño, «más que una pieza fundamental». Así, destaca la profesionalidad y cualificación de todos y cada uno de los que conforman la plantilla.

Sin duda, este restaurante se ha convertido, gracias a su buen hacer y a la experiencia de todo su equipo, en un referente de la hostelería asturiana.

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