Los trabajadores, durante su reunión con la dirección de Expal. Piña

La plantilla de Expal, en el aire tras quince horas de negociación

La empresa rechazó la ampliación del período de consultas del despido colectivo de los 52 trabajadores de la fábrica de municiones de Trubia

alberto arce

Sábado, 29 de febrero 2020, 01:27

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No hay acuerdo. Al menos no había uno al cierre de esta edición. Las negociaciones entre la compañía de Explosivos Alaveses (Expal), filial de la antigua Unión Española de Explosivos –ahora Maxam–, y el comité de empresa de la fábrica de municiones de Trubia ... no habían fructificado ayer después de quince horas en el Servicio Asturiano de Solución Extrajudicial de Conflictos (Sasec). Un último encuentro para tratar de dar marcha atrás al ERE que afecta a los 52 empleados de la planta.

«La empresa quiere tenerlo cerrado hoy (por ayer)», aseguró el presidente del comité de empresa de Expal, Javier Rodríguez. «Pero nosotros estamos dispuestos a negociar hasta el último minuto», afirmó, durante uno de los muchos recesos que se vivieron durante la extensa jornada y que continuó durante la madrugada.

La plantilla fue a negociar con apoyos. El Gobierno del Principado de Asturias, a través de la Dirección General de Empleo y Formación, instó anteayer a la compañía a acordar con los trabajadores una ampliación del periodo de consultas del ERE de extinción para buscar «soluciones no traumáticas» y «explorar todas las opciones posibles ante el posible cese de la actividad». Una solicitud de última hora apelando a la «buena fe negociadora» de los implicados y reiterando la necesidad de que la empresa busque alternativas.

Sin embargo, al primer descanso de la mañana la dirección de Expal Metallurgy ya había rechazado esa opción. Al séptimo, ya casi todo parecía perdido. «Está muy encallado», manifestó, a las nueve horas de infructuosa reunión, el presidente del comité. 

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La postura de Expal era clara, Indemnizaciones más cuantiosas -cercanas a los 7.000 euros, según ha podido conocer este diario-; la de los trabajadores también, «queremos que se mantenga el empleo, es por lo que estamos aquí», concluyó Rodríguez, antes de entrar a uno de los últimos asaltos. Al menos parte, ya que la contrapropuesta presentada por los sindicalistas clamaba por el mantenimiento del taller de vainas de la factoría con empleo para la mitad de la plantilla.

El futuro del taller

Por lo pronto, la situación la concesión demanial del Ministerio de Defensa a favor de Expal Metallurgy para el uso y explotación del antiguo taller de municiones de Quintana de la fábrica de armas de Trubia por diez años, extensibles a cinco años más, ha quedado en el aire, como los 52 empleos de la planta. 

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La filial de Explosivos Alaveses S. A. llegó, en diciembre de 2015, a un acuerdo con el Ministerio de Defensa para la reapertura y explotación de la antigua planta con el fin de producir munición de mediano y gran calibre en la villa cañonera. Las instalaciones llegaron a contar con más de 300 trabajadores en sus mejores días, pero quedaron en desuso ya en la década de los ochenta hasta que la llegada de la gigante vasca reactivó las viejas instalaciones.

Los trabajadores habían asegurado en todo momento que la fábrica es viable. Expal Systems cerró el ejercicio de 2019 con beneficios superiores a los 17 millones de euros. Las cuentas de la factoría trubieca; sin embargo, no son tan halagüeñas. En 2017, con una cifra de negocio de 9,1 millones, registró pérdidas por 1,7 millones antes de impuestos. Eso sí, la empresa madre, Maxam, que cuenta con 140 filiales en 50 países, 80 plantas industriales y un total de 6.500 trabajadores, cerró el 2019 con una facturación que rozaba los 1.130 millones de euros y un beneficio de 166 millones.

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