El paseo de los Álamos, con el mosaico de Antonio Suárez. FOTOS: A. PIÑA

El paseo de Los Álamos y El Campillín, incluidos en el Docomomo Ibérico

El Colegio de Arquitectos logra su reconocimiento en la categoría de espacios públicos vinculados a la arquitectura moderna

G. D. -R.

OVIEDO.

Jueves, 25 de febrero 2021, 00:59

El paseo de Los Álamos y El Campillín han sido incluidos, a instancias del Colegio de Arquitectos de Asturias, en la nueva categoría de espacios públicos singulares del registro del Docomomo Ibérico. La organización internacional que documenta lo mejor de la arquitectura moderna entre ... 1929 y 1975 ha creado un nuevo registro de bienes en el que se incluyen plazas, jardines y propuestas escultóricas con entidad suficiente para ser valoradas en su diálogo con el entorno inmediato, todo ello visto con los criterios del movimiento Moderno. El paseo de Los Álamos se inscribe en el nuevo registro con el máximo nivel, A; mientras que El Campillín entra en la lista con el nivel B, que recoge obras de interés local.

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El reconocimiento de los dos espacios públicos de la ciudad y el del parque infantil de Llaranes (Avilés), también impulsado por el Colegio de Arquitectos, suponen los primeros otorgados por el Docomomo a zonas verdes de Asturias. Por ello, ayer, la institución instó a las administraciones responsables a tomar las medidas necesarias y realizar el mantenimiento adecuado para que sigan siendo merecedores de permanecer en la lista. En especial, los arquitectos mostraron su preocupación por el estado del paseo de Los Álamos, para el que reclamaron «una obra de rehabilitación total» y evitar la colocación sobre él de elementos que exijan una fijación mecánica.

El diseño actual del paseo que remata el Campo San Francisco es obra del arquitecto municipal Florencio Muñiz Uribe. En 1965 propuso un diseño con 72 zonas rectangulares blancas enmarcadas por franjas de granito gris. Tras la adjudicación de las obras, el alcalde, a la sazón Antonio Rico de Eguíbar, decidió mejorar la propuesta, para lo que se puso en contacto con el artista Antonio Suárez, quien presentó seis cartones distintos que debían repetirse 12 veces cada uno hasta cubrir los 72 rectángulos. El propio autor recomendó que se colocaran de un modo aleatorio, cambiándose de lugar y girándose, lo que dio lugar a los dibujos geométricos en mármol blanco macael, rojo alicante y negro marquina.

El Campillín

El Campillín fue una zona de paso de peregrinos y antiguo mercado de los Herreros hasta el siglo XVIII; también una zona de posadas y casas de mala nota que recibían a los viajeros que llegaban por la carretera de Madrid. La zona quedó completamente destruida durante los combates de la guerra civil. Tras la contienda y para regenerar el espacio, el Ayuntamiento encargó el proyecto de un nuevo parque al arquitecto Luis Prieto Bances, que mantuvo la traza de gran parte de los caminos que los ovetenses habían ido realizando durante treinta años. Además, introdujo dos elementos geométricos, una plaza de trazado semicircular en el espacio central (donde se celebra el rastro de los domingos) y un espacio rectangular habilitado como zona infantil en la parte inferior. Se pueden encontrar árboles tan especiales como el ginkgo biloba y otros más habituales como los arces, magnolios, cercis, catalpas o tilos.

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