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La constructora San José recibió el viernes al mediodía una orden: paralizar la reforma de Palacio de los Deportes. Frenó así, casi en seco, los trabajos para modernizar el emblemático edificio diseñado por Ildefonso Sánchez del Río, una actuación valorada en 18,1 millones de ... euros. Un día antes, el jueves 1, la Dirección de Patrimonio Cultural firmó el requerimiento al Ayuntamiento, advirtiéndole de la falta de permisos para actuar sobre este bien incluido en el Catálogo Urbanístico con régimen de protección integral singular. La cuestión, más allá de diferencias entre administraciones, no es baladí: pone en riesgo terminar los trabajos, cuya finalización se fijó para el 31 de diciembre de este año, y con esto, la posible pérdida de la subvención de Bruselas con cargo al programa Edusi.
«Todo lo que sea una dilación en los trabajos puede poner en riesgo que la obra se certifique, se pague y pone en riesgo los fondos europeos», reconoció ayer el concejal en funciones de Economía, Javier Cuesta. En cifras, más de medio millón de euros - de un montante total de 10,3 millones para todo el Bulevar de Santullano- para sufragar la rehabilitación de la cubierta energética y el sistema de calor. Ahora el objetivo es poder retomar los trabajos cuanto antes, priorizando esta actuación, pero resulta complejo: «Los plazos de todas las obras son inasumibles y parece francamente difícil llegar a final del año con todo hecho», concluyó el edil popular.
En realidad ya lo era cuando comenzaron las obras en el Palacio de los Deportes a principios de mayo. Diez meses de plazo para alcanzar varios objetivos: además de mejorar la envolvente térmica, devolviendo a la llamativa cubierta de ondas su aspecto original, de color gris; se duplicará el aforo hasta los 5.000 espectadores, y se adaptarán las pistas para organizar distintas competiciones deportivas y otras actividades como conciertos. Y la fecha de finalización de todo estaba fijada: febrero de 2024.
En estas primeras semanas, los operarios de la mencionada constructora han tenido tiempo a ejecutar algunos desmontajes y demoliciones, que a pesar del perímetro vallado se dejan ver desde el exterior, con parte de las gradas ya convertidas en escombros, así como la retirada de ventanas y tabiquerías, según detallaron ayer fuentes de la empresa. También han comenzado la instalación de placas en la cubierta. A media mañana apenas se veían media docena de operarios trabajando en el entorno del palacio y en el nuevo colector, una obra con la que sí pueden continuar. Pero el movimiento se mostraba escaso. De avanzar al ritmo adecuado, en el recinto habría al menos una decena más de empleados.
Tanto la Concejalía de Urbanismo, aún en manos de Nacho Cuesta, como los arquitectos al frente de la obra confían en se puedan retomar los trabajos a la mayor brevedad posible: «Estamos a la espera de que el Consejo de Patrimonio valore la respuesta que dio el Ayuntamiento hace días al requerimiento; está pendiente de ese trámite», indicaron fuentes del área municipal.
La diferencias entre administraciones vienen de semanas atrás. Según el informe emitido por la Dirección de Patrimonio Cultural, el Ayuntamiento les trasladó el proyecto el 28 de marzo, firmado por los arquitectos Antonio Desmonts, Alfredo Antuña y Daniel Villanueva un año antes. Tras analizarlo, los técnicos regionales hicieron varios requerimientos al Ayuntamiento. Entre los principales, medidas para rehabilitar el mural de la entrada principal de Antonio Suárez -autor de su vez del deteriorado mosaico del paseo de los Álamos-, o informes complementarios en relación a cómo se realizará el pilotaje de la cimentación, cómo se evitarán las vibraciones, el impacto en las obras de la cubierta o, entre otras cuestiones, un reportaje fotográfico del interior del inmueble sobre su estado actual. Y tras dichas peticiones, apunta el documento, el departamento regional no había emitido aún la autorización definitiva cuando, el pasado 25 de mayo, se enteró por la prensa que la reforma había comenzado, algo que constató tras una visita el 31 de mayo.
El Ayuntamiento, por su parte, sostiene que dichas justificaciones ya han sido enviadas y confía en que el problema «se solventará en un breve espacio de tiempo». Cultura tiene un plazo de un mes para responder. Una confianza, la de que la obra se pueda reanudar pronto, que también mantienen los arquitectos encargados de la reforma, quienes ya habían tenido contactos previos con la consejería: «Los informes tenían el 'ok' para casi todo menos unas cuestiones pequeñas», detalló ayer Antuña. Sobre las últimas exigencias, con base en la Ley de Patrimonio Cultural, indicó que ya los trasladaron al Consistorio hace tiempo y que, en cualquier caso, se trata de cuestiones sencillas, como aportar fotografías: «En el requerimiento dice que es viable el bajado de la pista, el zinc en la cubierta, el cambio de la fachada de madera por otra...». Por tanto, concluyó, «entiendo que las obras se pueden reanudar a corto plazo». Añadió, además, que el mural de Antonio Suárez continúa intacto y que la intención municipal es contratar a un restaurador para garantizar su preservación. Hoy se cumplirá siete días desde su paralización.
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