El padre Ángel, en Oviedo: «Hay que creer en los que te rodean»

Rechaza ver el mundo «con gafas oscuras», a «lo agorero», porque prefiere ver «la botella media llena». El color de su corbata y bufanda, siempre rojas, «me da fuerzas, alegría», sin asociarlo a un color político porque «mi secretario general es el Papa Francisco: ni Feijóo ni Sánchez».

El padre Ángel, presidente de Mensajeros de la Paz, se reunió en Oviedo con alumnos de las Dominicas, de Gesta y el Doctor Fleming, conversó con ellos durante una hora y les agradeció la donación de 1.293 euros obtenidos con la venta de 2.500 claveles gracias al proyecto Valentín Solidario. Un dinero que en parte –la mitad– irá para «los niños de Valencia».

A estos niños, los de Oviedo, les invitó a «creer en Dios y, sobre todo, en los hombres; en la gente que te rodea». Y aunque siempre optimista, sí lamentó que «en el mundo en que vivimos hace falta más alegría y mirarnos a los ojos, sonreír más», animó a todos. Porque «la vida hay que vivirla, gozarla, compartirla y cuidarla», remarcó.

El acto, desde luego, fue una cita para sonreír y para mirarse a los ojos. Es lo que hicieron el padre Ángel y el pediatra Daniel Coto –exjefe del servicio de Neonatología del HUCA–, que se encontraron sobre el escenario tras haber compartido aula hace sesenta años. El primero lo hizo como profesor; el segundo, como alumno en el colegio de Segunda Enseñanza de Pola de Lena. Fue un encuentro emocionante y presentado por la periodista Teresa Coto. Todo queda en casa.

Y sobre su casa, la iglesia de San Antón, habló el padre Ángel al alumnado concentrado en el salón de actos de las Dominicas. Contó que en el templo «tenemos las reliquias de San Valentín», al que muchos van a atar cintas deseando recuperar amores o amistades. Ante San Valentín y, como no podía ser de otro modo, la Virgen de Covadonga, son muchos los que acuden al templo a contar sus problemas. Se reúnen en una mesa camilla y les dedican tiempo. «Gracias por escucharme» es lo que dicen muchas de esas personas porque «hay mucha gente que necesita ser escuchada».

Tras estas lecciones de vida, el padre Ángel recibió el cheque solidario entre aplausos y más abrazos. Un proyecto «precioso» que debe darse a conocer, dijo. Valentín Solidario fue todo un éxito.

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