Rosalía Agudín
Jueves, 28 de marzo 2019, 13:13
Andrés García y Raquel González cogieron el Telepizza del centro comercial Modoo, en el Calatrava, en 2014. Firmaron un contrato de diez años y si a los cinco ellos querían, podían rescindirlo. Sin embargo, la nueva propiedad de las instalaciones les obliga a cerrar el domingo el local y ellos se oponen. «El lunes vamos a intentar abrir».
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En todo este tiempo no han tenido ninguna reunión con la propiedad y todas las comunicaciones que han tenido han sido por burofax. El último lo enviaron este miércoles y en él les comunicaban que continuarán con la actividad aunque dudan de que puedan abrir. «En el contrato viene especificado que los días que el centro comercial abre nosotros tenemos que dar el servicio. Si las instalaciones el lunes están operativas para el Burguer King (han presentado un pleito y mientras dure el Modoo deberá estar abierto) nosotros también estaremos operativos».
También se quejan de que pagan una comunidad de 1.200 euros al mes y los servicios que les dan a cambio son cada vez más reducidos. Solo hay una persona de mantenimiento, el hilo musical «lo quitaron hace seis meses», el aire acondicionado «no funciona» y cada vez hay menos personal de limpieza. «Lo están dejando morir», añaden.
El cierre de las instalaciones está programado el sábado para las tiendas y el domingo para los restaurantes. La intención de la propiedad es realizar durante dos años una reforma integral y después reabrirlas.
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