COVADONGA DEL NERO
Miércoles, 14 de julio 2021, 21:27
En una emergencia nada se deja al azar. Y si esta sucede en el medio acuático es importante conocer el entorno y reconocer cómo actuar. Es lo primero que aprenden los voluntarios de los Equipos de Respuesta Inmediata en Emergencias (ERIE). Concretamente, a los que se dedican a las emergencias en el mar, río y pantanos, entre otros. Por ello, para que el día que los servicios de emergencia del Principado requieran su ayuda estén preparados, todas las semanas estos voluntarios realizan simulacros para saber a la perfección cómo actuar.
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Así, este miércoles les tocó en el río Nalón. «Solemos realizar actividades en aquellas zonas donde ya ha ocurrido algo», explicó Ignacio Pardo, técnico de Cruz Roja. Así, recordó el caso del joven ovetense de 19 años que falleció el pasado año ahogado en el Nalón cuando pasaba la tarde con sus amigos. También la zona del prao Salcedo, donde se lleva a cabo el Xiringüelu, es foco de las prácticas.
A su cargo, cinco voluntarios completamente equipados y preparados para entrar al agua comienzan las prácticas orientadas «al desarrollo de sus capacidades». A la altura del puente colgante del río, este equipo inicia la actividad colocándose unos en frente de otros y lanzándose la bolsa de rescate. «Siempre tiene que sobrepasar a la víctima». Así, esta podrá agarrarse a ella y ser llevada hasta la orilla.
Al grito de «bolsa», los voluntarios lanzan el objeto en tierra para, una vez «pillada» la medida, introducirse en el agua. «Este tipo de actividades pretenden mantener, adquirir y desarrollar las habilidades que todo interviniente ha de tener a la hora de realizar una búsqueda en el medio acuático», aseguró Pardo.
La bolsa de rescate es un elemento clave siempre y cuando la víctima pueda cooperar con el interviniente. En casos en los que la víctima está inconsciente o inmovilizada, se lleva a cabo el rescate no condicional. «Un socorrista entra al agua con la bolsa a la espalda y otro, desde tierra, sujeta la cuerda para así tirar de ambos una vez rescatada. Esta actividad la llevaron a cabo ayer. También realizaron la búsqueda de un 'cadáver', escondido en el río por Ignacio Pardo. Así, fueron indagando hasta encontrar a la víctima.
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Además de en ríos, este equipo de Cruz Roja realiza actividades en mares y pantanos. La gran dificultad de estos primeros es que «son constantes». «Si te quedas atrapado en una zona, la corriente incesantemente te va a estar afectando». Sobre todo, esto sucede cuando la víctima queda atrapado contra un objeto, por ejemplo un árbol. La presión del agua va a «impedir que tú no puedas zafarte con eficacia, quedando atrapado».
Esa forma de ser del propio río puede provocar la creación de sifones, rebufos o drosajes . Esto supone un doble riesgo:para la víctima y para el interviniente.
En el río, existen dinámicas que «hay que saber leer porque pueden ayudar mucho». Por ello, estos equipos de medio acuático estudian y analizan los ríos para crear su propio «mapa mental» en una emergencia. Entre estas «ayudas», existen las llamadas contracorrientes: cuando la corriente principal se encuentra con un obstáculo, tiende a generarse una zona de baja presión en las aguas bajo el objeto, y ahí se genera esa contracorriente, donde el agua sube.
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