«Oviedo ha sido rabiosamente generosa; me ha permitido cumplir todos mis sueños»

Durante su discurso recordó sus orígenes: «Desde muy joven quise ser empresario». Y siguió estos pasos porque «pronto me di cuenta de que las personas a las que admiraba eran empresarios». «Me parecía muy noble lo que hacían y es muy loable que los empresarios y las empresas ganen dinero sobre todo por estar sometidos al riesgo de perderlo todo», expuso. No dejó pasar la oportunidad de referirse a las ideologías «que nos están afectando» al rebajarles, dijo, del puesto en el que «deben de estar», ya que son «generadores de empleo, pagan impuesto y son dinamizadores». Además, reivindicó las cualidades del empresario, como «apreciar» que siempre están ideando proyectos «y en alerta» para sacar sus negocios adelante.

En consecuencia, resaltó, tienen que tomar decisiones con las que no siempre se acierta: «A lo largo de mi vida he intentado hacer empresa y he cometido muchísimos errores porque he tomado decisiones desastrosas fundamentadas en motivos excelentes», expuso. Pero dijo que, lejos de caerse, hay que salir adelante porque «no existe mejor camino para generar felicidad que el emprendimiento y los empresarios». «Si por algo soy merecedor de este premio es por mi trabajo y no lo hubiese conseguido sin los que me acompañan», agradeció abiertamente.

Oviedo guardó un papel protagonista en su discurso. Aquí nació, estudió la carrera universitaria y «dirigió el Real Oviedo cuando se encontraba en Primera División». El fútbol continúa siendo uno de sus aficiones. Como muestra, el pin del club que lució en su traje a la altura del corazón: «Quiero a la capital asturiana y estoy impregnado desde pequeño de ella». Solo tuvo elogios para la capital asturiana, donde en «los últimos cincuenta años no se ha hecho más que mejorar». «Oviedo es la ciudad de los quince minutos; es aquella donde se puede vivir, trabajar, tener ocio y educarse en un cuarto de hora», elogió.

El encargado de glosar la figura del presidente de GAM fue el presidente de la Autoridad Bancaria Europea, José Manuel Campa. Bromeó con que su íntimo amigo «nació, creció y estudió en Oviedo pero se casó en Gijón». Es un hombre, describió, que «vive para su familia» y le apasiona el mundo de los negocios. Por eso es «existoso». Ahora, explicó, tiene en marcha lo que él denomina «el mejor proyecto profesional de su vida» basado en la economía circular.

Por su parte, el alcalde definió al 'Ovetense del año' como «un empresario incansable» y «comprometido con Asturias». Aquí vuelve cada fin de semana para disfrutar de su familia y amigos, y a dirigir una empresa que cuenta con ochenta y cinco delegaciones por todo el mundo, pero que en el Principado es donde más empleo crea: «GAM es uno de los grandes motores de trabajo y espero que este homenaje lo transformes en un estímulo que te ayude a continuar siendo el empresario incansable que eres».

Canteli también habló de Oviedo, donde «todas las administraciones debemos mirar y apreciar el tejido empresarial». Por eso pidió unidad entre los políticos y empresarios. En cuanto a su gestión en sus últimos cuatro años en la Alcaldía, enumeró proyectos cumplidos como el protocolo para La Vega firmado con el Ministerio de Defensa y el Principado, que pronto se convertirá en convenio, aunque aún no hay fecha. También avanzó que seguirá luchando para evitar el «expolio» que supone el traslado de la Escuela de Minas a Mieres.

El restaurante Deloya Latores se llenó de caras conocidas. Entre los trescientos asistentes a la cena de gala estuvieron concejales ovetenses como Mario Arias, Nacho Cuesta o Conchita Méndez; el número uno del PSOE a la Alcaldía, Carlos Fernández Llaneza; y otros políticos como el alcalde de Siero, Ángel García, o el popular José Agustín Cuervas-Mons. También la directora del Idepa, Eva Pando; los empresarios Francisco Rodríguez, fundador de Illas; Jacobo Cosmen, presidente de Alsa; Álvaro Platero, director general de Astilleros Gondán; Luis Fernández-Vega (padre e hijo) del Instituto Oftalmológico Fernández-Vega; Carlos Paniceres, presidente de la Cámara de Comercio, y María Calvo, presidenta de Fade. O el artista Manolo Linares y la presidenta de la Fundación Princesa. Teresa Sanjurjo.