Oviedo aprueba la prórroga presupuestaria: «No se pueden cuadrar las cuentas a martillazos»

Según explicó Cuesta, la pandemia, la incertidumbre sobre el marco legal y el abandono de los ayuntamientos a su suerte por parte del Gobiernos central y del autonómico, aconsejan prorrogar las cuentas de 2020.

Las aprobadas inicialmente, cuando 'coronavirus' no era la palabra más buscada en Google, no las que han llegado a final de año, vitaminadas con 15 millones de euros del remanente de tesorería para hacer frente a las obligaciones generadas por la pandemia. La covid ha obligado a asumir al Ayuntamiento nuevos gastos, abierto vías de agua en las concesiones y reducido ingresos, con la exoneración de varias tasas a los sectores afectados. La limpieza de edificios y colegios, el tercer turno de los comedores escolares, el refuerzo de las ayudas y servicios sociales, el agujero millonario en el transporte público o la bonificación del gravámen a las terrazas de hostelería han condicionado las cuentas de este año y complicarán la prórroga en el próximo.

El 1 de enero, el Ayuntamiento será más pobre. Tampoco podrá ejecutar inversiones, ni siquiera las que estaban programadas para este año y se han quedado en el tintero, tendrá menos dinero para becas escolares y algunos contratos se quedarán sin financiación. Todo ello, culpa del Gobierno que ha olvidado su promesa de financiar a los municipios con 3.000 millones de euros y del Principado, que no ha habilitado fondos para sus concejos, recordó el alcalde.

Cuesta sostuvo que el impacto será limitado. A mediados de febrero, «aprobaremos la liquidación» y después un suplemento de crédito con el que se financiarán «las grandes obras de nuestra agenda de inversiones», los gastos extraordinarios causados por la pandemia y el plan de recuperación económica, Oviedo Recoger. «Es una decisión meditada. No se pueden cuadrar los presupuestos a martillazos, es lo más responsable», concluyó el alcalde.