El Ayuntamiento de Oviedo aprobará en marzo el plan especial de las torres de San Lázaro

El plan especial es el documento que permitirá realizar ese cambio radical en la zona que muestran las infografías del arquitecto navarro desde hace años. La parcela donde se erigirán dichas dos torres, no gemelas, de veintidós plantas y setenta metros de altura, ha requerido la tramitación de este instrumento urbanístico dada su calificación inicial como equipamiento educativo –allí se ubicaba el desaparecido instituto Leopoldo Alas–.

También será el que permita ensanchar el cruce de Monticu y Armando Collar hasta los veintidós metros para facilitar una llegada más espaciosa al tráfico proveniente de La Manjoya y, además, la creación de una plaza pública abierta en su confluencia. Por añadidura se creará una nueva glorieta circular de 38 metros de diámetro con una rotonda central y se mejorará la accesibilidad. Amén de rampas y otros elementos, el plan especial incluye la construcción de un ascensor en la esquina noroeste de la parcela, ideado para salvar el desnivel que existe entre Salvador de Madariaga y Cardenal Arce Ochotorena.

Sobre el proyecto se pronunció este jueves el portavoz de IU-Convocatoria por Oviedo, Gaspar Llamazares. A su juicio, y si bien tiene clara «la urgente reordenación» que necesita San Lázaro en la zona del antiguo instituto, «no compartimos que el único proyecto posible es el de las dos torres de más de una veintena de pisos». En sus palabras, «es un modelo pasado que se corresponde con una vieja política urbanística que convierte lo público en privado y en torno a lo que llaman grandes edificios singulares que se convierten en regalos envenenados para la ciudad». Emplaza al gobierno local «a reconsiderar el proyecto» y permitir, como máximo, la construcción de edificios de 6 y 7 plantas con zonas verdes y espacio para un 20% de vivienda de alquiler asequible.