El tramo de Mendizábal, abierto. ALEX PIÑA

Oviedo finaliza la peatonalización de Mendizábal y prosigue por Ramón y Cajal

En los próximos días, tras terminar el colector, los operarios de Ogensa comenzarán a pavimentar el segundo tramo del eje del Oviedo Antiguo

Paz De Alvear

Oviedo

Martes, 17 de diciembre 2024, 08:34

La transformación del Oviedo Antiguo pasa por fijar población –poco más de 3.000 vecinos están censados en la actualidad–, rehabilitar edificaciones en mal estado y ganar plazas de aparcamiento; pero también ampliar las peatonalizaciones –iniciadas durante los años 80 por Antonio Masip y ... continuadas en la década de los 90 por Gabino de Lorenzo y que llegaron a la plaza de la Catedral, Santa Ana, Oscura o Mon–. Se trata de una prioridad para el Ayuntamiento de Oviedo–también vinculada la Zona de Bajas Emisiones– que adjudicó a Ogensa, por 1,2 millones, la peatonalización del eje de Mendizábal, Ramón y Cajal y Pozos.

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Tras tener que superar una serie de imprevistos –como la aparición de los viejos raíles de tranvía que surcaron la ciudad en la primera mitad del siglo XX o los problemas en el suministro de la caliza valenciana derivados de la DANA– y deber de alargar el plazo de ejecución de los trabajos hasta el 26 de enero; ya hay avances.

El tramo de Mendizábal ya está finalizado, lo que da un importante desahogo en la actualidad al Mercado de Navidad, instalado en las plazas de Porlier y de la Catedral. Además, tal y como informaron fuentes municipales, ya se ha terminado la construcción del colector en el tramo de Ramón y Cajal y de manera inminente, en los próximos días, señalaron, los operarios comenzarán a pavimentar y a colocar las baldosas.

Tras documentar los restos de los raíles, el Ayuntamiento decidió conservar una parte de estos que cuentan la historia de la ciudad. Frente a las escaleras del Teatro Filarmónica se exhiben al aire cinco metros, que acompañarán un monumento en su honor y una placa conmemorativa para explicar la evolución del transporte urbano en la ciudad.

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Fue el 2 de mayo de 1922 cuando Oviedo amaneció engalanada para recibir al tranvía eléctrico. El ambiente era festivo, pero la tragedia estaba esperando. Sobre las seis de la tarde, uno de los vagones descarriló en la calle Uría tras descender por Conde de Toreno. Hubo siete muertos y numerosos heridos. Un duro golpe para los ovetenses.

A pesar de esta inauguración, el servicio, con tres líneas, siguió en funcionamiento 34 años, hasta que en 1956 fue sustituido por los autobuses de la empresa Traval.

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