«Oviedo no se merece este espectáculo; son muchas horas de trabajo perdidas en un Pleno sin sentido»

El que se convertirá en el Pleno más largo del mandato -continúa hoy- después de que la oposición en bloque -PSOE, Ciudadanos, Somos y Vox- lograra la pasada semana forzar el debate de temas relevantes -como La Vega o la Fábrica de Gas- tenía muchas probabilidades de sacar adelante asuntos de la oposición. Pero no fue así. La baja causada por el edil socialista, Ricardo Fernández, ingresado en el HUCA, quebró la mayoría de la oposición -trece contra trece- y el voto de calidad del regidor se convirtió en decisivo para echar abajo la inmensa mayoría de las propuestas durante una sesión que el propio Canteli calificó como «un circo» y un «martirio». «Oviedo no se merece este espectáculo; son muchas horas de trabajo perdidas en un Pleno sin sentido», espetó. «Es la actuación más antidemocrática de los últimos 44 años de Corporación que no responde a los intereses de los ovetenses», añadió. Un modo de advertir lo que iba a suceder: el equipo de gobierno no participó en sus turnos durante la sesión.

En seis ocasiones, su voto de calidad desestimó las proposiciones relativas a La Vega, la Fábrica de Gas, la calleja de Gascona, el Corredoria Arena, el mapa de TUA diseñado por el tripartito y el plan especial del Naranco.

La jornada, no obstante, dio más sorpresas, esta vez por otra 'falta' que, en esta ocasión, se volvió contra el equipo de gobierno. El concejal de Economía, Javier Cuesta, -que no repetirá en las próximas elecciones- se ausentó durante una parte del debate y la votación que permitió aprobar la propuesta de Somos para reiniciar la contratación del plan especial de El Antiguo. También se dieron coaliciones poco comunes, como el voto a favor de todos los grupos menos de Ciudadanos -se abstuvo- para urgir una solución a las deficiencias que presentan las infraestructuras municipales. Y Vox, en otro momento, se unió al equipo de gobierno y a los cuatro no adscritos para evitar la rebaja de la protección de la plaza de toros.

Fue, en definitiva, una sesión con mucho nerviosismo. Réplicas hubo por parte de todos los grupos de la oposición. La socialista Ana Rivas echó en cara a Canteli que durante toda la sesión se refiriese a un único concejal no adscrito, Hugo Huerta, cuando «hay otros tres»; y reprochó que «el héroe del silencio -en referencia a Nacho Cuesta- vaya por el tercer partido (PSOE, Ciudadanos y ahora PP) cuando se ha criticado por lo mismo a Cristina Coto».

Después, puso los números sobre la mesa porque de las «618 propuestas hechas por la oposición este mandato, el gobierno local ha dicho 610 noes», y remató que en estos cuatro años «solo ha habido once declaraciones institucionales; mientras que durante el gobierno de lo que ustedes llaman radicales -el tripartito- fueron treinta».

La calificación de «martirio» por parte del alcalde del Pleno no cayó en saco roto para Ana Taboada, de Somos, quien tiró de diccionario para definir dicha palabra. «Es muerte, tormento, dolor y trabajo penoso; para usted, la democracia es un dolor, un sufrimiento o un tormento por unos ideales».

Luis Pacho, de Ciudadanos, se mostró en contra de la estrategia de no intervenir en el Pleno porque lo que el PP está pretendiendo «minimizar el máximo órgano de representación de los ovetenses» y su compañero, Alfonso Pereira, afirmó que no tomar la palabra es un «acto de cobardía, falta de respeto y de ética política». «El alcalde -prosiguió- tiene malas artes porque ha pretendido que Ciudadanos se viera lo menos posible».

Cristina Coto, de Vox, echó en cara al alcalde «que llame a superiores míos para que me llamen al orden» y «lo ande contando por Oviedo». «Es un bocachanclas», afirmó.