La Florida despide a José Ramón Gamonal, «una pérdida enorme para la hostelería en Oviedo»

Así lo ha despedido, con solemnidad, el párroco del lugar durante la homilía, Marcelino Garay, ante la familia y más de un centenar de asistentes. No en vano, el negocio de Gamonal era vecino de la iglesia, ubicada frente al establecimiento a apenas un paso de cebra de distancia. «Me gusta pensar que tanto él y su restaurante como la parroquia hemos contribuido a que el barrio sea mejor», ha concluido el párroco. En cuanto a los otros proyectos del difunto a los que hacía referencia, se trata de los negocios que estaba encaminando en la zona de Ules y en el centro de la ciudad.

Deja viuda, Lola González Álvarez, y tres hijos: Ángela, Raúl y Cristina. También a su madre, Carmen Celis, y a sus hermanos: Luis Manuel, Maika y Patricia. Minutos antes de la ceremonia, recibieron las muestras de cariño de las muchas decenas de personas que asistieron al funeral, entre amigos y clientes de sus negocios. Entre ellos, el presidente del Centro Asturiano de Oviedo, José Manuel Granda Valdés. «Lo conocí como cliente, yo vengo a su local prácticamente a diario a tomar el café, era muy querido en el barrio desde hacía ya tiempo«, ha explicado.

También, y en nombre del equipo de gobierno local, acudió a la celebración el concejal de Seguridad Ciudadana, José Ramón Prado. «Era uno de sus clientes y terminé cogiendo amistad con él. José Ramón era un hombre atento, encantador en el trato y siempre muy detallista; nadie puede hablar mal de él«, ha sentenciado. Asimismo, »se trata de una pérdida enorme para la hostelería en Oviedo«.

Gamonal nació en Potes (Cantabria) y comenzó su vida laboral lejos de la hostelería. Tenían un negocio de muebles en la calle Asturias y después fundó El patatín patatán de El Cristo para después trasladarse a La Florida donde se quedó para siempre. En la plaza Gabino Díaz Merchán fundó la sidrería Pichote, y su siamés El Café de la Tierra. El primero es un chigre popular; mientras que el segundo es un café moderno con un punto bohemio y en ambos establecimientos coleccionan objetos evocadores como fotografías enmarcadas, estantes con libros de lleva y pon, barras de robusta talla y discos antiguos.

Entre los éxitos que han cosechado está el título al mejor cachopo que obtuvo en el 2017, proeza repetida en el 2018 con el añadido de mejor español, ambos triunfos de 'Pichote', que acostumbraba a cocinar con boina en vez de gorro blanco, homenaje a sus abuelos, marca de la casa, y a los paisanos.