La Vega enlaza lo moderno y el pasado

Su mujer, Dolores Fernández, salió «encantada» de la que para ella es «una exposición muy moderna en un conjunto histórico». A su juicio, «impacta la zona, la contraposición y el estado de abandono de la misma». Nunca había estado allí, pero ya nunca lo olvidará. Ambos probaron las actividades de todas las salas, menos la realidad virtual.

Precisamente de la realidad virtual salía la ovetense Marta Eguidazu, una asidua de toda actividad de la ciudad. «Me ha encantado la realidad virtual sobre el espacio y la metamorfosis; el cubo con la animación también está genial». Comentaba mientras esperaba para volver a acceder a colocarse las gafas y evadirse durante diez minutos en algún planeta lejano o en el propio cerebro humano.

Desde Salinas y Avilés, visitaron la fábrica Gerardo Suárez y Ana Fernández, respectivamente. Ella se dedica al diseño gráfico y «tenía curiosidad por este festival, ya conocía la realidad aumentada pero tengo ganas de ver la virtual». Además, «me llamó mucho la atención la habitación llena de naturaleza», refiriéndose a una sala de 'Historias de la fábrica 1', una de las actividades.

Por su parte, Gerardo Suárez aseguró llegar ya «cautivado por La Vega, una zona a la altura de los edificios de Berlín». Eso sí, «no conocía la realidad aumentada y me parece bastante innovador».

Además, muchos aprovecharon el buen tiempo para, además de la visita a la parte tecnológica del festival, acudir al concierto de la una de la tarde, de los holandeses Animistic Beliefs en una especie de sesión vermut. Además, a las 22 horas, el artista gallego Baiuca puso ritmo a la noche ovetense con sus mezclas de sonidos tradicionales con los más actuales. El Link Festival se despedirá hoy.