«Enrique Portilla era un buen padre, un buen profesional y un buen amigo»

«Era un buen padre, un buen profesional, un buen amigo y un buscador de Dios». Con estas palabras despidió ayer el sacerdote Miguel Ángel Niño, que junto a José Manuel Antuña ofició ayer el funeral, al fallecido cirujano Enrique Portilla Fernández-Villaverde ante una iglesia del Corazón de María totalmente llena. Último adiós para el que fuera jefe del Servicio de Traumatología del Hospital Álvarez-Buylla de Mieres. Enrique Portilla falleció el pasado sábado en Oviedo a los 94 años.

«Fue mucho lo bueno que hizo en la vida porque de hecho ha salvado muchas vidas por su labor como médico y le recordamos como una persona que siempre buscó al verdad y buscó a Dios», continuó el sacerdote.

Entre los muchos fieles que asistieron a despedir al doctor a la iglesia un gran número de profesionales del centro hospitalario mierense y reconocidos médicos como Jorge Valdés-Hevia, que fue presidente del colegio de Médicos; el actual presidente, Luis Antuña, y otros expresidentes como Alejandro Braña o Carmen Rodríguez.

También compañeros de profesión como Juan Ramón Jiménez, Enrique Ojanguren, Juan Manuel Junceda, Daniel Coto Cotallo, Alberto Ibarra, José Manuel Antuña, María Antonia Martínez, Fernando Gárate, Graciano Vallina o José Paz.

Además, personalidades de la vida empresarial o judicial como Carlos Paniceres, presidente de la Cámara de Comercio, e Ignacio Vidau Argüelles, que fue presidente del Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA).

Enrique Portilla Fernández-Villaverde fue durante dieciséis años vocal del Colegio de Médicos de Asturias y un médico reconocido que realizó la mayor parte de su carrera profesional en el Álvarez-Buylla.

Persona muy familiar deja esposa, Carmen Hierro Echavarría; dos hijos Eduardo y Pelayo; cinco nietos y un bisnieto. Formaba parte de la familia Fernández-Miranda, de la que recibió un homenaje en el año 2022.

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