Oviedo enciende la Navidad más multitudinaria

Así se dirigió el regidor a todos los presentes, micrófono en mano, segundos después de apretar el pulsador que puso a funcionar los cinco millones de puntos de luz led repartidos por más de trescientas treinta localizaciones del concejo, medio millón más que el año pasado. El momento vino dado tras una cuenta atrás proyectada en la pantalla gigante montada sobre el escenario al que, acto seguido, se subió a tocar «La banda de Jaime Terrón», el vocalista de Melocos.

«Estamos realizando unos esfuerzos muy grandes para lograr que esta sea una ciudad atractiva y deseo de corazón que el año que viene venga cargado de felicidad para todos los ovetenses», aseguró Canteli, visiblemente emocionado. «Solo puedo decir que la ciudad está hermosa y que ha sido un éxito rotundo», manifestó, alabando el gran alumbrado instalado en la capital asturiana. «Y cada año más», sentenció convencido. Esto, a pesar de la crisis energética en la que está sumida toda Europa; no obstante, el Consistorio ha venido defendiendo que el alumbrado, led, es de bajo consumo.

En total, Canteli y Cuesta han encendido 311 calles y plazas urbanas –cincuenta más que el año pasado– de 22 barrios, una veintena de parroquias del concejo y 32 centros sociales con 539 arcos de luz, 325 motivos navideños, 117 figuras, 644 árboles y 15 letreros con el escudo de la ciudad, además de los varios centenares de farolas. Entre las novedades, la nueva decoración de la calle Uría, la ampliación del pasaje de luz de la calle Pelayo con nueva tecnología pixel y nuevas figuras en tres dimensiones como las que están colocadas en la plaza de Longoria Carbajal.

Eso, más una veintena de calles con megafonía navideña y miles de gorros azules repartidos a los asistentes. El Ayuntamiento ha destinado un millón y medio de euros con cargo al contrato de iluminación, que se extiende durante todo el año e incluye la instalación de alumbrado festivo en otras celebraciones.

«Oviedo se lo merece y los ovetenses se lo merecen», sostuvo el primer edil, ya cubierto por los copos de espuma lanzados desde el escenario emulando nieve. «¿Esto lo tiene alguna otra ciudad? No lo creo, hasta está nevando», bromeó, para añadir a renglón seguido que «me seguiré entregando a Oviedo a muerte». Y un deseo para 2023: «trabajo, trabajo, trabajo y mucha salud», concluyó. Después, tras echar la vista al público, que llenaba la calle, casi sin huecos hasta el cruce de Conde Toreno, admitió que «si esto no me emocionase, no me emocionaría nunca».