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Más de seiscientas personas se acercaron durante la mañana de este domingo al Seminario, sede de la Facultad Padre Ossó, para participar en la carrera en favor de los enfermos de la Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA). Un objetivo que se ha puesto la facultad en la celebración de sus cincuenta años de existencia. Fruto de la inscripción, los organizadores ofrecerán un cheque a la asociación que reúne a familiares y enfermos de esta destructiva enfermedad que superará los 5.000 euros. Granito a granito se hace granero.
José Antonio Prieto Saborit, decano de la Padre Ossó explicó que «teníamos un tope de inscripciones de quinientos, pero yo creo que hay unos poquitos más, unos seiscientos, entre los participantes en la carrera de pequeños y de mayores». Así, definió la convocatoria como «un éxito» y aseguró que la pretensión era doble: «culminar las actividades de los cincuenta años y queríamos reunir a antiguos profesores, antiguos alumnos, un poco toda la comunidad educativa de Padre Ossó, pero se ha animado a toda la sociedad asturiana». El segundo motivo, «tirar por el ELA, por la investigación y por recursos solidarios para poder ayudar a familiares y enfermos de esta devastadora enfermedad».
Junto al decano, María José Álvarez Fernández, presidenta de la Asociación de Enfermos de Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA) de Asturias. «La fiesta está muy bien y lo que se va a recaudar más. Lo que se ha demostrado y se demuestra es la solidaridad de la gente y de la Facultad Padre Ossó», celebró.
Y añadió: «Iniciativas como esta se necesitan mucho porque se necesita dinero para cuidar al enfermo; estamos contentos porque esta semana es probable que se apruebe la ayuda del Gobierno central para los enfermos, pero que nadie crea que va a ser la leche, va a ser un 'pincho' porque está calculado a nivel estatal que el gasto en cuidados para un enfermo es de unos 60.000 euros al año». Por eso advirtió, «si nos dan un poco, pues bienvenido sea, pero el resto lo tienen que financiar las familias».
La Facultad Padre Ossó tiñó del azul de las camisetas de la prueba las calles de Oviedo para visibilizar la lucha contra una enfermedad terrible.
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