«Somos un pueblo que reza tres veces al día por la paz»

El homenaje comenzó pasadas las doce de la mañana, después de que todos los asistentes al acto, unos cincuenta, pasaran bajo la atenta mirada de cuatro agentes armados de la Policía Nacional que vigilaban los accesos a la plazoleta del Campo San Francisco en la que está instalado el monumento, para evitar posibles problemas por la tensión que se vive por la guerra en Gaza. No hubo ningún disturbio, lo que evitó cualquier intervención policial. Una vez reunidos, tomó la palabra Oceransky, se leyeron varios poemas dedicados a las víctimas y también habló Itzhakov, portavoz de la Embajada de Israel en España.

Posteriormente se encendieron seis velas, «una por los judíos que murieron en los campos de concentración, por las víctimas que no eran judías pero sufrieron persecución, por los justos, por las personas que ayudaron a los judíos a salvar la vida y una última por todos aquellos supervivientes que afortunadamente rehicieron su vida en Israel», enumeró Oceransky.

La presidenta de la comunidad judía del Principado de Asturias habló del Holocausto y de la actual guerra en Gaza, y afirmó que «los judíos somos un pueblo que desea la paz y tanto lo deseamos que tres veces al día pedimos por la paz; lo que pasa es que tenemos enfrente un enemigo que lo que desea es que desaparezcamos del mapa».