Oviedo sondea la adquisición de la galería del Calatrava a «coste cero»

Esta semana o la que viene, el Juzgado de lo Mercantil Número 7 de Madrid, donde la empresa se acogió a concurso en enero de este año, debería de dictar el auto de aprobación del plan de liquidación de los activos, según los administradores concursales Prendes & Caicoya.

La propuesta del despacho ovetense es poner inicialmente el conjunto de los 62 locales en venta directa a través de una empresa especializada, para lo que proponen a Wolters Kluwer España. De forma alternativa, los administradores se reservan la posibilidad de acudir a la venta directa y o subasta notarial.

La sociedad no solo debe dinero al Ayuntamiento. Su principal acreedor es un fondo suizo (Varia) que prestó, con garantía hipotecaria, cinco millones de euros para relanzar el complejo. Es un crédito con privilegio especial, pero también una operación extraña. La propiedad firmó el crédito en abril de 2019, con vencimiento a dos años y un tipo de interés del 15% anual, que «llama la atención» de los administradores concursales y ha elevado la deuda con el fondo suizo hasta los 5,1 millones.

Este fondo podría beneficiarse de la otra forma de realización del plan de liquidación: la dación en pago, pero hay razones para pensar que cabe el acuerdo que busca el Ayuntamiento. El fondo adquiriría la propiedad libre de cargas, salvo los créditos fiscales con el Ayuntamiento, y tendría que asumir también las cuotas de la macrocomunidad y asumir el pago de 800.000 euros al año de IBI. No parece muy atractivo y deja margen a que el Ayuntamiento juegue sus cartas.

A «coste cero, es caro»

El lado naranja del equipo de gobierno es quien muestra más interés en la operación, que consideran casi inevitable. «Nunca se debió hacer, pero ahora que está hecho y hay que buscarle una solución», señalan. Desentenderse sería dejar un agujero negro en la ciudad, añaden. El teniente de alcalde Nacho Cuesta ha defendido como «razonable» la adquisición de la galería comercial si no aparecen inversores privados con un proyecto concreto que pueda devolver la vida a este espacio y «que el precio del complejo sea mínimo». Pero no es solo Ciudadanos quien aboga por buscar una solución; el alcalde, Alfredo Canteli, tras enfriar los ánimos iniciales, afirmó en una entrevista en este diario que «todas las cosas son buenas o malas en función del coste», y que el edificio «puede tener otros atractivos a futuro» como «pequeños museos» o «muestras temporales».

Fuentes del equipo de gobierno confirman conversaciones con los administradores, pero no que hayan presentado una oferta, para lo que, en buena lid, habría que esperar al auto de liquidación. La operación tiene sus riesgos legales y de rentabilidad. Llenar 60.000 metros cuadrados, repartidos en tres sótanos, no es fácil ni barato. El Ayuntamiento perdería 800.000 euros de IBI al año, a los que tendría que sumar los costes de mantener y climatizar el edificio. «A 'coste cero', puede salir caro», refleja un edil de gobierno.

Faltaría, además, encontrar el armazón administrativo para hacerse con el activo y luego encomendar su gestión.