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«Un exceso de velocidad y la inexperiencia del conductor» son las dos principales hipótesis que, unidas, explican el atropello que sufrieron tres adolescentes cuando estaban sobre la acera de la calle Padre Vinjoy de Oviedo, camino de sus clases. Ocurrió el ... pasado viernes. Dos de ellas siguen ingresadas en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) y otra fue dada de alta el pasado sábado.
El concejal de Seguridad Ciudadana, José Ramón Prado, lo declaró así ayer con la salvaguarda de que «el informe policial aún no ha finalizado», pero todo parece indicar que el trágico suceso ocurrió por una mezcla de exceso de velocidad y falta de pericia al volante. «Todavía estamos acabando el informe porque los informes de atestados llevan cierto tiempo, pero se sospecha que fue por un exceso de velocidad, aunque no sabemos cuánta exactamente todavía, y también debido a la inexperiencia del conductor novel», afirmó Prado. Y añadió: «Debía ir a más velocidad de la cuenta y no pudo dar el giro, por eso se subió a la acera, pero en cualquier caso está sin terminar el atestado todavía», insistió el edil.
Los hechos sucedieron el pasado viernes, 24 de enero, minutos después de las ocho de la mañana cuando un coche, marca Opel y modelo Astra, conducido por un joven de 20 años perdió el control cuando giraba hacia la calle Padre Vinjoy desde Hermanos Pidal. Como consecuencia, se subió a la acera y atropelló a tres adolescentes de 12, 15 y 16 años. Valeria, María Isabel y Alba, respectivamente. Estaban esperando a que el semáforo se pusiera en verde para cruzar la calle. Se dirigían a clase, la más pequeña al Instituto Aramo, a pocos metros, y las otras dos, que son hermanas, iban a coger el autobús para desplazarse hasta el instituto de Mieres. Los testigos del atropello sostuvieron el pasado viernes que el coche iba «pasado de revoluciones».
La niña de 12 años recibió el alta hospitalaria el pasado sábado; sin embargo, las dos hermanas permanecen aún ingresadas en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del HUCA desde el día del accidente. La mayor, con un traumatismo craneoencefálico; y su hermana, con fuertes golpes en diversas partes del cuerpo. Ambas jóvenes continuaban ingresadas ayer en situación estable, pero con una recuperación lenta, según señalaron fuentes hospitalarias.
Minutos después del accidente se desplegó un amplio operativo de efectivos de la Policía Local, Guardia Civil y de emergencias. Una UVI móvil trasladó rápidamente al HUCA a Alba, la hermana mayor, debido a la gravedad que se observaba en sus lesiones. A las otras dos heridas, tras examinarlas en el lugar de los hechos, se las llevaron después en otras dos ambulancias, una de ellas convencional y la otra de soporte básico.
Mientras tanto, el joven conductor aseguró a los agentes que le tomaron declaración tras el atropello que se le había descontrolado el coche. Terminó en las dependencias de la Concejalía de Seguridad Ciudadana, en Rubín, –la Policía Local tiene las competencias en materia de tráfico dentro de la ciudad–, donde fue sometido a los pertinentes controles de alcoholemia y drogas. Dio negativo en ambos. Permaneció en la sede policial hasta primera hora de la tarde.
Ya el mismo viernes por la mañana, la delegada del Gobierno, Adriana Lastra, definió el atropello como «una imprudencia lamentable».
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