Oviedo aprueba la subida del agua y una bajada del 'IBI de los ricos' para «aliviar» a las empresas

En ese sentido, la subida del agua no será tal, al menos según los cálculos del propio encargado de los dineros municipales, quien la cifró en apenas un 0,6% más que el año pasado si se tiene en cuenta en la ecuación el factor de «la inflación». «Hay que ser responsables con las finanzas públicas» y «no se puede ordenar en base a criterios demagógico», señaló Cuesta. Y la bajada del IBI diferenciado del 1,06% al 1%, argumentó, para «aliviar a los sectores más golpeados por la pandemia como hoteles y grandes superficies».

Durante la sesión plenaria extraordinaria, apenas se aprobó una de las 107 enmiendas presentadas por la oposición y tan solo sirvió para añadir la palabra «mensuales» a uno de los puntos de la ordenanza de Teleasistencia y Ayuda a domicilio. La corrección formal la apuntó el PSOE. Así pues, se mantendrá la rebaja del 25% para las terrazas hosteleras, a la que se añaden los puestos del Mercado del Fontán, pero no para el resto de negocios de la ciudad.

En Licencias, gozarán de una bonificación del 75% las obras en viviendas destinadas a la rehabilitación energética, para apoyar a la cabeza «tractora» de la economía local -la construcción-. También introduce facilidades para los estudiantes o mujeres que quieran instalar el embrión de su empresa en el vivero biosanitario de La Corredoria. Además, la sección que dirige el naranja Nacho Cuesta simplificará de forma generalizada sus tasas.

La batería la completan la eliminación de las ordenanzas de Comedores Escolares, si bien el servicio se seguirá cobran al estar en concesión, y la de Adopciones en el Albergue de Animales, donde ya no se cobrará la tasa. Además, introduce una bonificación del 50% en el IAE para inversiones que tengan en eficiencia energética; una reducción del 0,56 al 0,54% en el IBI general; y toda una serie de bonificaciones en licencias de obra, tasas deportivas y de escuelas municipales para las familias numerosas.

La oposición empezó poniendo el grito en el cielo por disponer solo de quince minutos, entre el primer turno y el de réplica, para debatir el «Pleno más importante del año». Así, la concejal del PSOE, Ana Rivas, acusó al bipartito de «eliminar la progresividad fiscal» al manifestar que «se pagará la misma tasa por arreglar un canalón que por cambiar todas las ventanas de una casa» y que «pagará lo mismo una obra media en un local de 50 metros cuadrados que en uno de 3.000: El pequeño pagará más, el que se va a beneficiar es el grande», sentenció.

Desde Somos, Rubén Rosón calificó al equipo de gobierno como un «Robin Hood a la inversa que hace pagar más a los vecinos y pagar menos a 180 piratas que tienen inmuebles de más de un millón de euros». Para destinarlo, resolvió, «en vosotros mismos, vuestros asesores y aumentar el número de directores generales».

La portavoz de Vox, Cristina Coto, vehemente, señaló que «la política fiscal, cuanto más baja, más efectiva», pero criticó al gobierno local por ser «menos ambiciosos cuando más lo deberían ser». Por eso, y por «incumplir su programa electoral» al no haber eliminado del todo, como prometieron en campaña, el 'IBI de los ricos'; o en sus palabras, «de los que crean riqueza».