Las obras en el Tartiere se realizarán por fases para compatibilizarlas con los partidos del Oviedo

Al menos 140 vigas del estadio Carlos Tartiere están dañadas o con deformaciones. También hay tornillería en mal estado en el recinto municipal que cumplirá veintidós años el próximo mes de septiembre. Unas deficiencias que obligan al Ayuntamiento a actuar «cuanto antes», porque aunque las instalaciones «son seguras», se deben «hacer ya», según detalló ayer el concejal delegado de Edificios y Patrimonio, Luis Pacho, después de que EL COMERCIO haya adelantado el mal estado de la parte alta del inmueble.

El primer paso, prosiguió el edil de Ciudadanos, será sacar a licitación el proyecto. El Consistorio ya cuenta con uno en el que «solo se incluye la mejora de la estructura» y que no fue del agrado de los técnicos. Quieren más; que también se actué sobre la cubierta y en esto está trabajando el servicio. Una vez adjudicado el contrato, se detallará cómo se harán estos trabajos para sustituir las vigas más dañadas, corregir las deformaciones y limpiar y aplicar tratamientos anticorrosión en las que presentan un menor grado de deterioro.

Después se sacarán a licitación los trabajos. Serán costosos porque las primeras estimaciones apuntan a tres millones de euros, aunque todo puede variar con la crisis de suministros. También serán largos. Es por ello que se acometerán «en fases», añadió ayer el edil. «El Real Oviedo tiene que seguir jugando en las instalaciones; no podemos cerrar el estadio, pero son unas obras de envergadura», continuó para después tranquilizar a los aficionados que volverán al Tartiere el próximo domingo para el partido contra el Huesca. «El estadio no se va a caer encima de nadie, no hay peligro que la estructura caiga o que la cubierta salga volando, pero se debe actuar ya».

Los problemas dentro de las instalaciones, según la concejala socialista Ana Rivas, no son nuevos. Cuando Agustín Iglesias Caunedo era alcalde se firmó un acuerdo de que el «mantenimiento del Tartiere es tema del Ayuntamiento» hasta que suba a Primera División. Es por ello que «contratamos un informe en 2016 para hacer una inspección de toda la estructura» porque tiene muchas necesidades.

¿El resultado? Se debían hacer actuaciones en diferentes plazos y hasta un máximo de cinco años, pero desde mediados de 2019 -cuando se produjo el cambio de gobierno- «no se han hecho estas mejoras». «El estadio está como lo dejamos nosotros porque el plan de actuaciones que realizó nuestro gobierno se paralizó», denunció ayer para a renglón abundar en que desde hace dos años «no han puesto ni un céntimo ni para mantener ni arreglar el Tartiere».

Crítico, asimismo, se mostró el concejal de Somos Ignacio Fernández del Páramo, quien explicó que el estadio se construyó «persiguiendo solo intereses especulativos, aunque para ello se tuviera que derribar un patrimonio carbayón de primer orden como era el antiguo Tartiere -el de Buenavista-». En su parcela se hizo a cambio el Palacio de Congresos y Exposiciones y unos metros más allá el nuevo que, «al igual que otros equipamientos del PP no cumplía con las normas más básicas como las de incendios y accesibilidad». «A nadie en España y Europa le sorprende que un edificio de coste millonario de un gobierno del PP esté plagado de problemas apenas 20 años después su construcción».

Por último, la portavoz de Vox, Cristina Coto, enumeró todas las deudas pendientes en relación al Tartiere. «Los accesos, la prometida ciudad deportiva, los prometidos bajos del estadio, Aparo sin caseta en San Mateo y ahora las vigas que se caen. El mandato finalizará con un balance desolador de promesas incumplidas», vaticinó.

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